Desde Valencia nos ponemos en marcha para conocer los pueblos con más encanto hasta Castellón
El mar Mediterráneo nos espera para refrescarnos después de una ruta por la Comunidad Valenciana con origen en Valencia y fin en Castellón, perfecta para hacer en verano con la Suzuki V-Strom.
Nos despertamos en nuestro Hotel Rural Entreviñas, en Caudete de las fuentes. Una antigua casa de labranza que entre viñedos y con bodega propia en un entorno natural envidiable con 450 hectáreas de extensión de tierras de cultivo y montes con encinares centenarios, un ambiente rústico propicio para el descanso y la desconexión.
Nuestra ruta comienza cogiendo la carretera A-3 y luego CV-50 hasta nuestra primera parada Llombay. Perteneciente a la Ribera Alta, este pueblo destaca por su historia y las estalactitas de su Cueva de las Maravillas. Seguimos la ruta y pasamos por Benisanó, rodeado por las huertas de La Pobla de Vallbona, Benaguasil y Llíria.
Su principal atractivo es el castillo del siglo XV donde se conjugan la fortaleza y la residencia señorial. No debemos pasar por alto una visita rápida a este monumento que muestra el pasado medieval de la ciudad. Se recomienda degustar la cocina autóctona, elaborada con productos naturales y recetas tradicionales con platos muy conocidos como la paella valenciana elaborada con fuego de leña, ¡es obligatorio probarla y degustar esta maravilla gastronómica!
Después de esta gran parada, nos dirigimos a la parte más bonita de la ruta, el Parque Natural Sierra de la Calderona. El gran aliciente de la ruta con sus curvas por la sierra para divertirnos con la Suzuki V-Strom y su abrupto relieve formado por areniscas y calizas, formando así un paisaje espectacular, repleto de pinares y alcornocales.
Se recomienda llegar hasta la cumbre llamada Garbí y contemplar el fantástico mirador desde donde se ven las distintas comarcas cercanas. Continuamos la ruta después de estas impresionantes vistas y llegamos a Segart. Un pueblo con un carácter muy tradicional y acogedor en plena Sierra de la Calderona.
En él encontramos cerros como el de la Mola y el del Prat donde podremos descubrir numerosos barrancos y fuentes. Entre sus lugares de inteŕes están la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción y las ruinas del castillo musulmán.
La N-340 nos lleva hacia nuestra última parada, Peñíscola en la costa de Castellón. Situado en la Costa del Azahar, es uno de los pueblos más bonitos de España. Su casco antiguo, que se adentra en el mar Mediterráneo formando una pequeña península, se eleva hasta los 65m en torno al histórico Castillo del Papa Luna.
Se recomienda hacer un recorrido por su casco antiguo, ver el Bufador (un enorme hueco en las rocas, bajo las propias casas, donde el mar suele bufar), no nos podemos perder la casa adornada con conchas llamada Casa de les Petxines, su Faro construido en 1892 y el Castillo del Papa Luna. Para finalizar nos daremos un buen baño en alguna de sus playas bañadas por el Mar Mediterráneo.
También podemos visitar la Sierra de Irta muy cerca de Peñíscola.
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