Del Rocío a Portugal

Rutear con la V-Strom es nuestra gran pasión. Si además lo combinamos con disfrutar del turismo de la zona que visitamos, de sus costumbres y tradiciones, nos empaparemos de su cultura y tendremos una estancia mucho más enriquecedora. 

En esta nueva ruta enlazaremos dos países en los que parece que no hay frontera dada sus similitudes en cuanto a su gente, sus gastronomía, paisajes o carreteras. ¡Nos vamos a Portugal! 

Comenzamos la ruta en moto en uno de los hoteles ruralka más acogedores y con más encanto, el Hotel La Malvasía, en El Rocío. Ya sólo por el enclave en el que se encuentra, esta casa típica rociara merece la pena una visita, ya que se encuentra ubicada a las puertas del Parque Nacional de Doñana consagra las mejores vistas a tus ojos. 

Se pueden contemplar las bellas marismas que casi tocan el continente africano. En su restaurante encontraremos sabores del mar y de la montaña, de la vid sureña y del aceite andaluz que se mezclan para generar una explosión de sabores con el ruido de la brisa de fondo. ¡Un espectáculo!  

En El Rocío, el final del camino para miles de peregrinos cada año, la gran protagonista es la bella Ermita del Rocío. Concebida a modo de cortijo andaluz, nos sorprende en su exterior con una preciosa espadaña, rematada por una cruz de cerrajería. 

Continuamos nuestra ruta y llegamos a otro enclave natural impresionante, el Paraje Natural de las Marismas de Odiel. 

Entre la desembocadura de los ríos Tinto y Odiel, en la provincia andaluza de Huelva, se extienden las marismas que componen este Paraje Natural. Por su riqueza paisajística y biológica, especialmente ornitológica, ha sido declarada por la UNESCO Reserva Nacional de la Biosfera. Un lugar privilegiado en donde numerosas aves encuentran su hogar, curioso marco para contemplar. 

Llega la hora de comer y ya vamos teniendo hambre, para calmar remediarlo proponemos parar el pueblo pesquero El Rompido, en el que se respira tranquilidad, y además es un lugar perfecto para disfrutar en la playa en verano. El Rompido es uno de los pueblos que mejor conservan el estilo y la arquitectura de un típico pueblo marítimo. ¡Deja la moto aparcada y empieza a pedir los mejores platos de la zona! Huelva es sinónimo de gambas en cuanto a términos gastronómicos, por eso no hay visitante que se escape a probar sus gambas blancas, las cuales se suelen capturar de manera artesanal. ¡Para chuparse los dedos! 

Otro clásico son las coquinas al ajillo, la mojama de atún, sus fresas o pestiños. ¡Saborea cada delicioso bocado! 

Reiniciamos la ruta con la V-Strom 1050 y cruzamos la frontera hacia el país vecino, Portugal. Allí visitaremos uno de los pueblos con más encanto de la zona del Algarve, Cacela Velha envuelto por amplios sistemas dunares y bosques de pino piñonero. Este pueblecito portugués ha sabido guardar su esencia pesquera y su riqueza en cuanto a paisajes naturales. Es característico por sus casas blancas bajas con puertas y ventanas enmarcadas en tonos azules y adornadas algunas de ellas con bonitas flores que hace recordar su pasado árabe. Ante todo encontraremos serenidad paseando por sus calles. Todo gira en torno a su plaza, donde se encuentra la Iglesia Matriz (de origen medieval y remodelada en los siglos XVI-XVIII) y una fortaleza. 

Tavira es el siguiente punto que recomendamos visitar de esta zona. Muy próximo a Cacela Velha, se encuentra este pueblito con encanto al que tenemos que llegar cogiendo un barco que nos lleve hasta allí junto nuestra moto. Este pueblo tradicional del Algarve ha mantenido sus tradiciones al margen del turismo masivo, por lo que podremos disfrutarla sin agobios. Visitaremos varios lugares de interés cultural en forma de iglesias o de los restos del antiguo castillo, convertido hoy en pequeño jardín botánico. 

Si tenemos ganas de más turismo, podemos seguir la ruta hacia el oeste visitando los pueblos más famosos del Algarve como son Faro o Lagos, ambos muy recomendables. 

Para cenar lo tendremos claro, el plato estrella de la región no se nos puede escapar, la catalana de pescado o marisco nos espera.