¡Hoteles con encanto, naturaleza y gran ambiente de grupo!

 

Arrancaba la mañana, un día perfecto con todos nuestros vstromers en el maravilloso hotel rural Villa Mencía en Corullón, donde Eva nos trató de maravilla y nos puso una comida estupenda, siempre muy dicharachera.

Es muy fácil sentirse como en casa en este hotel rodeado de flores, que se sitúa a los pies de un mirador que va por la carretera hacia Sobrado de camino a las Médulas.

Después de un copioso desayuno casero salimos por la carretera hacia Sobrado, ya comenzaron las primeras curvas hasta llegar a las Médulas.

El reclamo principal de la ruta es este lugar donde los antiguos romanos extraían oro mediante el sistema de ruina montium, que quiere decir horadar unos túneles en la montaña para luego llenarlos de agua y hacer que la montaña se derrumbara para poder lavar así el sedimento y extraer el oro. Lo que llamamos las Médulas, la montaña disuelta, la montaña arruinada.

Nosotros nos acercamos a la Cuevona, que es la ruta más corta, pero si uno tiene ganas de andar se puede entretener allí todo lo que quiera. Eso sí, una de las cosas más importantes para visitar las Médulas es hacer una parada en el mirador de Orellán, al que se puede acceder por carretera. Aquí es donde se ven las vistas más panorámicas más espectaculares.

Con el tiempo ya encima y el hambre acechando fuimos directamente a comer a Cacabelos, que es un pueblo que tiene mucho encanto y tiene una playa fluvial en el río Cuba. Pudimos degustar los platos más típicos del Bierzo, con productos de la tierra como callos con garbanzos, carne asada, pisto, alubias con almejas, codillo, comida de montaña y guisos para chuparse los dedos.

Después de un amago de siesta en la en la playa fluvial que a más de uno le hubiera gustado, pusimos rumbo a Vega de Espinareda, eso sí, pasando por Canedo pero es un un lugar interesante.

A partir de Vega de Spinareda lo que empieza es una carretera de montaña que está precisamente muy bien mantenida y está muy bonita por los Ancares leoneses, desde Vega de Spinareda hasta el puerto de los Ancares. Muchas curvas, bosques preciosos y un sinfín de pueblos con encanto.

Además nosotros nos paramos a visitar el castaño milenario del Cantón que tiene 1.400 años de vida y 16 metros de diámetro, es gigantesco.

Seguimos adelante y pasamos por pueblos con mucho encanto como Pereda de Ancares, donde es posible visitar una palloza, aunque nosotros seguimos rumbo al puerto donde nos paramos y pudimos disfrutar del mirador de Balouta, impresionante.

Para completar el día pudimos visitar una palloza tradicional en el pueblo de Suárbol, en la que tuvimos el honor de contar con una anfitriona de lujo, una mujer que nació y vivió allí en este tipo de casas tradicionales circulares con el techo de paja.

Después ya tocaba volver al hotel con un ruta llena de curvas por el pueblo de Balboa viendo el atardecer desde la moto, una gran despedida para relajarnos ya en Villa Mencía con la cena, la charla de sobremesa con los grandísimos compañeros que nos acompañaron en ruta.

Gracias a todos los participantes por experiencias tan gratificantes.

Teo Romera – MrHicks46

Ruta