El pasado sábado 26 de abril, el club V-Strom On Road vivió una jornada inolvidable recorriendo algunos de los parajes más espectaculares del oeste peninsular. Bajo la batuta de nuestro road leader MrHicks46, un guía siempre atento, bromista y con ese buen humor que ya es marca de la casa, salimos a disfrutar de una ruta repleta de curvas, paisajes y buenos momentos.

El punto de partida fue el Hotel Doña Teresa, en La Alberca (Salamanca), donde comenzamos el día con un desayuno completo y los saludos entre compañeros, que enseguida hicieron piña. Tras calentar motores, arrancamos con dirección al Santuario de la Peña de Francia, pero una niebla densa y el frío nos hicieron cambiar de planes rápidamente. A veces hay que dejar que el día madure.

Nos lanzamos entonces a explorar las carreteras de la zona, bajando del macizo y entrando de lleno en la belleza natural de Las Hurdes. Pronto llegamos al Meandro del Melero, que, tras las recientes lluvias, estaba en todo su esplendor: un espejo de agua serpenteante entre colinas verdes. El sol ya empezaba a calentar, y el día prometía.

A media mañana, hicimos una parada en una terraza, donde compartimos un café con unas deliciosas hojuelas con miel, ese dulce típico que da sentido al dicho “miel sobre hojuelas”. Como el resto del día, hubo risas, charlas y buen rollo.

La ruta nos llevó después por más curvas y paisajes de postal rumbo al Valle del Gasco, donde los meandros y los pequeños pueblos encajonados entre montañas nos regalaron postales constantes. Tras recorrer el valle de ida y vuelta, nos dirigimos a La Huetre, pedanía de Casares de las Hurdes, donde nos esperaba una comida con vistas espectaculares. Comida sencilla, pero sabrosa, y sobre todo, una sobremesa con un grupo feliz, cohesionado y lleno de anécdotas.

Con energías renovadas, retomamos la marcha por más miradores y puertos de montaña, a veces subiendo el ritmo (¡el día invitaba a ello!) y atravesamos localidades como Riomalo de Arriba y Ladrillar, hasta llegar a Las Mestas. Allí hicimos parada técnica en una tienda local famosa por su oferta de productos típicos: chorizos, morcillas, licores, dulces y chocolate. La tienda estaba a rebosar, parecía que todo el pueblo se había reunido allí para darnos la bienvenida. El ambiente era animado, con bromas constantes y ese buen humor que reinó durante toda la jornada.

Ya por la tarde, afrontamos el precioso Puerto de El Portillo, dentro del Parque Natural de Las Batuecas, una carretera de montaña con curvas deliciosas y vistas imponentes. Y justo al llegar de nuevo a La Alberca… nos quedaba una espinita: la Peña de Francia.

Así que sin pensarlo, la atacamos de nuevo. Esta vez el clima nos regaló una visibilidad perfecta, temperatura agradable y una luz de atardecer dorada que nos acompañó hasta la cima. Fue la guinda perfecta: fotos, paseos, risas y una vista que nos dejó sin palabras. De vuelta al hotel, cerramos el día con una cena riquísima y una sobremesa de las que uno no quiere que terminen.

El domingo por la mañana, tras un desayuno tranquilo, fuimos despidiéndonos poco a poco. Cada quien emprendió el camino de vuelta a casa, pero con una sonrisa en la cara, nuevas amistades y un puñado de recuerdos que no se olvidan.

Gracias a todos los que vinisteis, por el compañerismo, las risas y el espíritu V-Strom On Road. ¡Nos vemos en la próxima!

Teo Romera