El colofón final del año ha sido esta maravillosa ruta Secret Rider en la que hemos disfrutado junto con nuestro roadleader Teo Romera, MrHicks46, de la maravillosa provincia de Murcia.

Venidos desde Alicante, Valencia, Madrid o Guadalajara contamos con la asistencia de un grupo de vstromers encantadores que pusieron la guinda al pastel a una ruta maravillosa por la tierra murciana.

El día amanecía claro sobre Aledo, con el hotel Mirador del Aledo de Ruralka todavía envuelto en la calma de primera hora. Los cascos alineados, las V-Strom reluciendo al sol y ese zumbido del motor al arrancar que anuncia lo que viene: una ruta de las que se disfrutan sin mirar el reloj.

Durante el briefing conocimos a Manuel Martínez-Carlon , un magnífico rider originario de la provincia que guió junto con Teo al grupo y nos recomendó las mejores paradas para conocer los rincones más mágicos de Murcia, los que sólo conocen la gente de la zona. ¡Gracias compañero por tu gran aportación!

El primer tramo de la ruta fue Sierra de Espuña. Subimos rumbo a la Estación Meteorológica, donde el aire empezó a cambiar. La carretera se retorció entre pinos y la Sierra Espuña se abrió paso, imponente. En cada curva, la vista se multiplica: montañas, barrancos y ese olor a monte que se mete en el casco. Un lugar frecuentado por ciclistas y motoristas compartiendo el mismo paisaje. No os podéis marchar sin observar las vistas y sin hacer la foto de de rigor panorámica.

Continuamos por la bajada hacia El Niño y después el desvío al Mirador de los Barrancos de Gebas atravesando una pista de tierra hasta llegar al mirador, que nos regaló uno de los momentos del día. El paisaje se abrió como un lienzo de colores ocres y blancos, un “mini cañón del Colorado” murciano que nos dejó sin palabras.

La siguiente parada nos llevó hasta Borrego Canalla, un local perfecto para retomar fuerzas en Bullas. Entre risas, anécdotas y alguna que otra broma sobre la pista que atravesamos, saboreamos lo mejor de la gastronomía murciana. Porque en V-Strom On Road, comer bien también forma parte del viaje.

Después de una larga sobremesa, pusimos rumbo al Salto del Usero, la carretera nos regaló el tramo más relajado. Recordad que solo es posible el acceso para los residentes en la zona. Desde allí, el camino continuó hacia Zarzadilla de Totana y Aledo, último tramo de la jornada, con el sol cayendo y esa luz dorada que convierte el paisaje murciano en pura poesía.

Llegamos al hotel Mirador del Aledo de nuevo, para cenar y descansar en nuestras cómodas y acogedoras habitaciones.

Porque esta no ha sido una salida más: ha sido una jornada para recordar, llena de curvas, amigos y momentos que se quedan grabados en la memoria.

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