BY LUCAS GILABERT
Queridos Vstromers, en esta ocasión os invito a visitar algunos de los tesoros que pocos conocen de la comarca de La Marina Alta en Alicante, pues esta increíble tierra es mucho más que sol y playa.. ¡Acompáñame y descubre un territorio tan variado como sorprendente, recorriéndolo por serpenteantes carreteras que te dibujarán una duradera sonrisa bajo el casco durante todo el trayecto!
Nuestro punto de encuentro y de inicio y fin de la ruta será el Hotel Mardenit (Mar de noche) en el encantador pueblo de Orba. Este alojamiento consta de cinco habitaciones y cada una de ellas es un homenaje a los espacios naturales más especiales de la Marina Alta.
Esta ruta promete ser un paseo en moto diseñado especialmente para disfrutar al máximo de las bondades de nuestras Suzuki V-Strom, un paseo de esos en los que rara vez engranaremos la tercera marcha pues nos adentramos en un mar de curvas desde el primer minuto y la moto no permanecerá en posición vertical prácticamente en ninguno de los tramos. Pasaremos de estar al nivel del mar a llegar a tocar las nubes en apenas decenas de km, nos adentraremos en bosques y culminaremos cimas, avistaremos islas desde miradores y balcones en abismos encrespados, valles y pequeños pueblos nos acogerán en sus calles y carreteras sin arcén. La arquitectura de sus casas y las construcciones de los muros de piedras para organizar los campos nos recuerdan sus orígenes moriscos y por momentos parece que se ha detenido el tiempo.
Campell, Fleix y Benimaurell son los tres pueblos que forman el Vall de l’Aguar, tierra de cuentos y leyendas de brujas, príncipes y grandes hazañas. Desde este ultimo pueblo continuaremos ascendiendo por una estrecha vía asfaltada que de repente nos llevara por un tobogán de bajada con curvas de 180º que nos ayudan a gestionar la pronunciada bajada hasta la carretera CV720. Nos incorporaremos a esta carretera en dirección a Castell de Castells por una vía de buen asfalto en un entorno que bien podría parecer pirenaico por la naturaleza que nos rodea y sus paredes verticales de considerable altura.
En Castell de Castells nos desviaremos en dirección al puerto de Sa Creueta (el articulo Sa y no La será un detalle común en esta zona por sus fuertes lazos con Mallorca), esta carretera nos lleva de nuevo a las alturas por un trazado de montaña con alucinantes curvas y asfalto perfecto hasta llegar al Área recreativa Es Pou. Un maravilloso mirador justo en la frontera entre las Marinas de la Costa Blanca: La Alta y La Baixa a unos 700 metros sobre el nivel del mar. La vista de las majestuosas sierras de Bernia y Gelada quedan enfrente y una de ellas será nuestra próxima conquista.
Reprendemos la marcha para continuar bordeando la montaña que divide las dos comarcas y seguimos enlazando curvas a ritmo de paseo, casi como si bailásemos con nuestras monturas dibujando el trazado de cientos de curvas que llega a ser hipnótico hasta llegar al mirador del Coll de Rates, punto de obligada parada por las espectaculares vistas panorámicas que lo convierten en uno de los puntos de interés preferidos por los moteros.
Continuaremos la bajada hasta Parcent para volver a enlazar con la CV720 hasta la localidad de Jalón, famosa por sus vinos (DO de Xaló) y desde aquí atacaremos la subida a la Sierra de Bernía por una carretera de tercer orden de esas que tanto nos gustan a los Vstromers, donde nuestros motores V2 sacan a relucir sus bajos y nos llevan hasta lo más alto de esta inmensa montaña sin apenas esfuerzo. La bajada la realizaremos por la cara que da al mediterráneo con unas vistas privilegiadas y la sensación de plenitud de haber coronado nuestro tercer puerto y ya con ganas de parada para reponer fuerzas en el restaurante Peón de Pinos, donde podremos compartir buenos ratos de mesa, degustar sus platos típicos de la zona y comentar los detalles dela ruta.
Con la barriga llena y la promesa de visitar las cristalinas aguas y preciosas calas de la maravillosa costa de Benissa ponemos rumbo a la Cala de la Fustera donde podremos llegar con las motos hasta la misma arena y dependiendo de la época del año, hasta incluir un bañito en nuestra ruta.
Este ya es el punto de retorno, y nos dirigiremos entre pinos, almendros y olivos hasta llegar a Lliber, un pequeño y cautivador pueblo de La Vall de Pop, la podríamos definir como “La Toscana alicantina” pero lo cierto es que esta región tiene personalidad y carácter propios. Este valle es un cuadro cambiante, que según en que época del año en que lo visitemos, nos regalará un escenario totalmente diferente.
Regresaremos a nuestro alojamiento en Orba a una hora prudencial, pues ya sabemos que todos los hoteles que nos ofrecen en Ruralka cuentan con un nivel de encanto y detalles que debemos aprovechar para sacar buena cuenta de las instalaciones y como descubrir que esto no es un hotel, Es Mardenit y tiene magia propia.
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