Paseo por la Dehesa Salmantina

Castilla y León nos ofrece un sinfín de destinos perfectos para recorrerlos en moto, esta vez optamos por hacer una ruta por la dehesa salmantina no sin antes pasar por Madrid y Ávila. ¡La V-Strom 1050 tiene que descubrir nuevos caminos! 

La ruta comienza en Madrid, en el norte para tener encaminado el recorrido y en dirección a la provincia de Ávila. Llegamos a Ávila y tomamos un aperitivo bien merecido después de las curvas que nos hemos encontrado en la primera parte del recorrido. 

A la entrada de la ciudad nos recibe la gran muralla medieval, tan bien conservada que parece transportarnos a la época desde que llegamos. De Ávila no nos podemos ir sin ver su Catedral y la Iglesia-convento de Santa Teresa ambos de gran valor patrimonial y cultural. 

Después de esta rápida visita, retomamos el camino hacia Piedrahíta y seguimos hasta la siguiente parada, Candelario. Este bonito pueblo destaca por sus típicas calles y construcciones serranas, además de estar rodeado de un entorno con magníficos paisajes naturales. Lo más destacado es la Ermita del Cristo del Refugio, del siglo XVIII y sobretodo sus calles empedradas con canales por donde discurre el agua procedente de la sierra y de manantiales. 

Continuamos la ruta con la poderosa V-Strom, seguimos disfrutando del trayecto de curvas que se presenta hasta La Alberca, otro de los pueblos más bonitos de la zona. 

La Alberca, situado en la Sierra de Francia, fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1940. De calles estrechas, balconadas y soportales llenos de flores hacen de este pueblo un reclamo turístico importante. 

El último punto en el que pararemos será Guijuelo, donde degustaremos sus exquisitos jamones famosos mundialmente. El embutido ibérico es el producto más conocido de este pueblo y de Salamanca en general, ya que habitan en sus campos de encinas numerosos cerdos que proveen de este rico manjar a toda la provincia. 

Pasaremos la tarde en Salamanca, tapeando si aún nos queda hueco y visitando los imprescindibles de la ciudad. La Universidad de Salamanca, su casco antiguo, la Plaza Mayor, Casa de las Conchas, Plaza de Anaya, y la Catedral. La verdad que el buen ambiente que se respira en Salamanca es único, no os vayáis sin descubrir todos sus rincones. 

Finalmente llegamos a nuestro destino, un Castillo Palacio del Siglo XV en el que nos sentiremos auténticos caballeros medievales. El Castillo del Buen Amor  desprende misterio, nos encontraremos nada más llegar armaduras, tapices, chimenea mudéjar, estanterías de madera del XVIII… que confirmarán definitivamente donde estamos. Dormir en los aposentos del castillo, desayunar al día siguiente a las antiguas caballerizas de la fortaleza o contemplar desde su punto más alto las vistas de Topas no lo podremos repetir muy a menudo. ¡Aprovecha este final de ruta dorado que hemos diseñado para ti!