La vecina Portugal tiene la extensión perfecta para recorrerla en moto y disfrutar de unos días visitando los rincones más bonitos del país luso a lomos de la V-Strom. A un paso de España, Portugal se convierte en la mejor opción para una escapada de fin de semana en la que empaparnos de la cultura, gastronomía y los paisajes portugueses.
Recorremos la zona del interior del territorio portugués, el cual nos ofrece una gran variedad de combinaciones para disfrutar de rutas muy interesantes.
Comenzamos nuestra ruta en el hotel Casa da Cisterna situado en Castelo Rodrigo, en la frontera con España. El Parque Natural do Douro o las aldeas históricas, son las visitas que podéis hacer desde este bonito lugar con vistas sobre la villa medieval y la meseta. Ana y Antonio, sus propietarios os harán sentir como en casa y cuidarán cada detalle de vuestra estancia. Probaremos el típico desayuno portugués y nos pondremos en marcha.
La primera parada será Almeida por la N332, una villa fortificada con forma de estrella de 12 puntas de 1926. Este lugar es uno de los fuertes más importantes en las luchas hispano-lusas.
Por la N324 hasta N226 llegamos con la V-Strom a Trancoso, escenario de diversas luchas y batallas decisivas para la formación e independencia del reino. Este gran pueblecito portugués se encuentra por encima de las serranías de la Beira, imponente a la sombra de su castillo. El centro histórico de la villa, rodeado de murallas, nos deja descubrir las fachadas de las casas antiguas, en las que regulares piedras de granito siguen el trazado sinuoso de las calles que se mantiene desde tiempos medievales.
Viseu es el siguiente pueblo por la E801, su historia está ligada estrechamente a la Historia de Portugal y es un lugar de importancia estratégica y comercial desde tiempos ancestrales. La Catedral de Viseu es uno de los lugares de interés más importantes del centro histórico. En plena naturaleza nos encontramos en la Sierra de Caramulo, donde nos llenamos los pulmones del aire más puro mientras la vista se nos pierde en el imponente paisaje, o gozando de los beneficios terapéuticos del agua en las Termas de São Pedro do Sul.
Aquí aprovecharemos la parada para degustar la gastronomía típica portuguesa basada sobre todo en los productos del mar como son las sardinas asadas, el bacalao con nata o una caldereta de arroz con pescado y uno de los postres más deliciosos como la famosa tartaleta de queso.
Llegamos a Piodão cogiendo la carretera M508 tras una buena ración de curvas sucesivas y cerradas, que durarán hasta el siguiente pueblo, Monsanto. Antes de nada, nos bajamos para conocer poco a poco este increíble lugar ubicado sobre los bancales que escalan la Serra do Açor. Rodeada de naturaleza, este pueblo portugués mantiene el sabor medieval del trazado de sus calles, por lo que vale la pena recorrer a pie sus callejuelas empinadas y descubrir los rincones más mágicos.
No dejéis de visitar el conjunto arquitectónico de inusual belleza, la Igreja Matriz y la capilla de São Pedro.
Monsanto nos recibe al llegar por la N332, caracterizado por su disposición en un monte compuesto por domos de granito sobre el cuál crece el pueblo. La ocupación humana del lugar está registrada desde tiempos del Paleolítico, y a los pies del monte se han encontrado vestigios de un castro y de termas, probablemente de la época romana. ¡Un lugar con historia aunténtica!
No os vayáis sin visitar el castillo, una de las estructuras militares más impresionantes de la Beira Interior, el horno comunitario, la Capilla de São Miguel, los chafarices y las torres del homenaje; la “casa de una sola teja”, con cobertura de roca granítica y la Torre do Relógio (Torre del Reloj); la capilla románica de São Pedro de Vir à Corça, construida a principios del siglo XIII en las inmediaciones de la aldea y el castillo templario de Penha Garcia.
Por último, llegamos al destino de esta fantástica ruta en moto por tierras portuguesas, Monfortinho. Aquí nos alojaremos en el hotel del club Ruralka Ô Hotel Fonte Santa, el cual se encuentra en la ladera de la sierra de Penha Garcia, invitándonos a desconectar y disfrutar de la naturaleza. Por ello, todas las habitaciones cuentan con una magnífica vista sobre el precioso paisaje conocido como la «Raia Perdida» el cual nos invitará a perdernos y a dejarnos mimar por la hospitalidad de sus anfitriones.
Además, cuenta con una oferta gastronómica de gran calidad como es la cocina fresca de la región de la Beira con la que podemos disfrutar de una cena espectacular degustando sus platos estrella como la crema de castañas, timbal de toro o lomosde bacalao confit y aceitunas ¡Broche de oro para un gran día!
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