Descubre la luz de Almería a lomos de tu V-Strom
Una nueva ruta en moto para disfrutar de la Suzuki V-Strom rodando por Andalucía y su provincia de la luz, Almería.
La característica tierra reseca del Cabo de Gata y los campos de Níjar en Almería, salpicado por el basalto volcánico, son el país desértico de “lagartos y piedras”. Delimitado por el Mar Mediterráneo y la Sierra Alhamilla, este insólito enclave es Parque Natural desde 1987 y Reserva de la Biosfera por la UNESCO. 26.000 hectáreas de tierra y 12.000 más de mar, donde se localizan zonas de dunas y salinas en la franja costera y su sierra. Gracias a la sedimentación volcánica se han generado riscos que se adentran al mar, y que configuran playas y calas prácticamente vírgenes, únicamente accesibles a pie o en barco, y que junto a la singularidad geológica del paisaje, hacen de esta zona de España uno de esos destinos imprescindibles de visitar e idóneos para recorrer en moto.
Pocas veces en tan corto recorrido encontramos tal cantidad de alicientes. La carretera que bordea la Sierra de Gata se interna por las playas de Los Genoveses, Mónsul, Playa de los Muertos, Las Negras y Agua Amarga, pasando por pueblos con encanto como San José, La Isleta del Moro o Rodalquilar. Para elegir un buen lugar de descanso y así poder alargar un viaje tan especial como éste, nada mejor que la Casona Granado, un cortijo tradicional rústico y perteneciente al club de calidad de hoteles con encanto de Ruralka; dotado de las máximas comodidades, como su restaurante Alba lo mejor de la cocina mediterránea con un toque internacional.
Fijamos en Lubrín el inicio de nuestra ruta y nos dirigimos hacia Agua Amarga, que destaca por ser uno de los pueblos más antiguos del Parque Natural. Tiene el encanto de los pueblos andaluces de hace décadas, encalado en blanco y de vida tranquila. Para contemplar desde aquí las mejores vistas al mar, podemos ascender hasta Mesa Roldán, un antiguo domo volcánico en cuya cima hay situada una torre de vigilancia y un faro. Si después preferimos disfrutar plenamente del mar, nos dirigiremos a la Playa de los Muertos, a la que se accede a pie, a la Cala de Enmedio, mencionada por el diario New York Times y la Guía Repsol como uno de los rincones más bellos de España, o a la Cala del Plomo.
A poco más de 20 kilómetros de distancia, Las Negras es la primera población importante del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar. Fue antiguo puerto pesquero y hoy día es uno de los lugares más tranquilos y solitarios del Parque. Vive del turismo y su playa no es precisamente de arena blanca, sino por el contrario un cúmulo de guijarros negros como tizones. Un sitio tan plácido y silencioso que invita al paseo, al arrullo del mar batiente en dirección a la Cala San Pedro, Cala del Plomo y Ensenada del Playazo. Si nos apetece podría ser un buen momento para degustar los platos típicos de la zona como los Gurullos con Conejo, la sopa bullabesa de Almería o el gazpacho cortijero. ¡Delicioso!
A partir de aquí hemos de seguir la ruta por carretera hasta Rodalquilar, donde se extraía alumbre de sus montañas en la antigüedad. A unos 5 kilómetros de Rodalquilar está el Cortijo del Fraile, que aunque hoy conserva un estado abandonado, es la fiel representación de un cortijo señorial almeriense. Este lugar sigue recibiendo multitud de visitantes atraídos por el aura de misterio de los trágicos hechos que el poeta Federico García Lorca nos recita en “Bodas de Sangre”. Aunque las minas tuvieron su mejor momento a mediados del siglo XX, aún hoy es posible visitar los restos de las instalaciones de la extracción, aunque estén prácticamente derruidos.
Nos dirigimos ahora hacia el cerro del Noble, en el que se encuentra el famoso mirador de La Amatista. Antiguo puesto de vigilancia de la Guardia Civil, desde este maravilloso enclave podemos contemplar los acantilados y parte de la Sierra de Cabo de Gata, adentrándose en el mar, prácticamente a vista de pájaro dejando descansar nuestras V-Strom. Desde aquí, se pueden observar pequeñas calas idóneas para el baño, el pueblo de la Isleta del Moro y, en la lejanía, destaca el Pico de los Frailes –un antiguo volcán–, la montaña más alta del parque con 500 metros de altura. En la Isleta, a la que no llegó la luz eléctrica hasta 1969, se dice que fue un lugar frecuentado por árabes y piratas, para esconder tesoros que esperan ser descubiertos.
En nuestra ruta pasamos por las playas y calas más bonitas del Mediterráneo como, por ejemplo, la Playa de Mónsul o la Playa de Genoveses. La ensenada se extiende más de un kilómetro y está rodeada de pequeñas dunas, donde crece vegetación típica del parque. En esta playa se permite la práctica del nudismo y está protegida de la masificación. El acceso a la playa de Mónsul se hace a través de una pista forestal, estando restringido a unos pocos vehículos diarios y, una vez se alcanza el cupo máximo, sólo se puede llegar con transporte público o a pie. Esta playa, famosa por el rodaje de “Indiana Jones y La Última Cruzada”, se ha calificado de joya mediterránea por su origen volcánico, que el viento y el mar se han cuidado de tallar en su lava petrificada, lo que unido al agua cristalina y a su arena fina y dorada, lo convierte en un bellísimo entorno.
San José puede ser un buen lugar para disfrutar de la gastronomía típica. Uno de los platos más populares es el “gurullo”, una pasta de origen musulmán realizada con harina de trigo duro, agua y sal, habitualmente utilizado para dar cuerpo y consistencia a los guisos. Otras de las estrellas son el “caldoquemao”, una sopa de pimentón y pescado con jureles, raya o boquerones, y los dulces de herencia árabe. ¡Pero ojo no nos lancemos a probarlo todo! no vaya a ser que nos tilden de “trompúos”, que es como por aquí señalan a los más glotones.
Nuestra excursión a lomos de la V-Strom finaliza en el punto más meridional tras rebasar la punta de la Vela Blanca, donde siempre ha existido otra torre vigía frente a un soberbio panorama hacia el Mar Mediterráneo y sobre el paisaje desértico. Algo más abajo encontramos el Faro del Cabo de Gata, construido en 1861 y que convive junto al Mirador de las Sirenas.
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