Una ruta para disfrutar de La Mancha y el Levante
Nuestro amigo Thierry ha tenido el placer de probar la Suzuki V-Strom 1050 XT en un viaje excepcional de 1.300km de curvas y paisajes singulares encima de una trail única en su estilo. La ruta comienza y finaliza en Madrid abarcando las provincias de Toledo, Ciudad Real y Albacete hasta Alicante. De la llanura manchega hasta la costa levantina. ¡Toma nota de esta ruta de dos días contada en primera persona!
Día 1
El dia 1, salí de Madrid por la A4 para alejarme lo más rápido de la capital e ir directamente a Tembleque situado en La Mancha. La primera parada del día fue para visitar la plaza Mayor de este pueblo, una de las plazas más perfectas de España creada en el siglo 17 por Felipe IV.
Una vez ahí, tomé la CM-3000 hacia el este para hacer la ruta de los molinos por carreteras secundarias. Al llegar a Corral de Almaguer, seguí la N-301 hasta El Toboso y de ahí hacia Campo de Criptana por la TO-2999 que se convierte en la CR-1101. En este recorrido visité los molinos manchegos con carácter, situados en Mota del Cuervo y Campo de Criptana, cada uno en una provincia distinta: Toledo y Ciudad Real.
Es un paisaje de gran llanura, solo alterado por suaves ondulaciones y lomas donde hay muchas lagunas precisamente por la ausencia de desniveles importantes. Es también el reino del viñedo a ratos sustituido por el olivo con pistas donde la V-Strom se mueve con agilidad gracias a su suspensión con horquilla KYB invertida multirregulable acompañada detrás por un mono amortiguador con regulación de extensión, su motor ágil y la posición de conducción. Cierto que le faltaban unas ruedas de tacos, pero ese tipo de salida será para otra vez.
Para el almuerzo, es una obligación pararse en el restaurante Las Musas situado en un antiguo molino en Campo de Criptana donde la cocina esta basada en la gastronomía manchega. Comí fuera y pude aprovechar de las vistas impresionantes con platos típicos.
La segunda parte de la ruta se hizo más interesante con curvas y paisajes ya más verdes al tomar la CR-1225 con dirección a Ossa de Montiel para luego tomar la CR-640 dirección Villahermosa.
El lujo de tomar estas carreteras secundarias es la poca gente que las usa y la cantidad de vegetación que te rodea. Una transición perfecta para dormir bajo las estrellas rodeado de la fauna de Cuidad Real en pleno campo Manchego gracias al hotel Burbuja Zielo las Beatas recomendado por Ruralka donde pasé una noche mágica contemplando la luna llena y millones de estrellas.
Una experiencia única en una burbuja completamente transparente … cada vez que me despertaba durante la noche, el escenario había cambiado, las estrellas no eran las mismas y la luna pasó por encima para desparecer a lo largo de la noche. Estás realmente en contacto con el cielo.
Día 2
El día siguiente, me desperté con el amanecer, el canto de los pájaros y una cesta con un desayuno completo. Perfecto para atacar la segunda parte del viaje, dirección la costa Mediterránea vía el valle del rio Júcar, ¡una autentica pasada!
Salí de Villahermosa tomando la CM-332 con la primera parada del día en el hotel Al-Axara (abundante en aguas) situado en un espacio natural protegido en el corazón del valle Júcar, donde el hotel, compuesto de 5 suites independientes cada una con su jacuzzi privado, está construido en las cuevas de la época Nazaríes (última dinastía musulmana que dominó el Reino de Granada). Una experiencia exclusiva con unas vistas únicas en un entorno Nazarí.
Después de almorzar con la dueña del lugar, seguí mi ruta por el valle vía la B5, una carretera pequeñita y espectacular dirección Alcalá del Júcar, situado en la provincia de Albacete. Es uno de los pueblos más bonitos y pintorescos de la provincia de Albacete; su situación y el excepcional paisaje que forman la hoz del Júcar, hacen que en cuanto apareció ante mis ojos, sentí la necesidad de detener la V-Strom para poder contemplarlo en toda su grandiosidad. Sus casas de arquitectura popular, excavadas en la montaña, se adaptan al terreno en calles estrechas y empinadas, trepando hacia el Castillo que se asoma a la hoz que forma a sus pies el río.
Así como la naturaleza ha creado formas impresionantes en el valle con el paso del tiempo, de igual forma el hombre ha aprovechado eso para construir sus viviendas excavadas en la ladera de un acantilado.
Después de beber toda esa belleza con mis ojos, seguí mi ruta por la CM-3201 con curvas, curvas y mas curvas. Una gozada llevar esta Suzuki por este tipo de carreteras gracias a la potencia de su motor 1050cc V twin a 90 grados y a su chasis de aluminio, un conjunto que le da una agilidad sobresaliente.
Cuando acabó la carretera CM-3201, decidí tomar la A-31 dirección Alicante hasta la salida 66, unos 140km de autopista. Menos mal que la V-Strom lleva una pantalla ajustable en altura, el control de crucero y varios mapas de motor gracias al ‘aceleredor by wire’. Me permitió tener una conducción suave a una velocidad constante y llegar a mi siguiente destino con fuerzas para disfrutar del magnífico atardecer en el precioso hotel recomendado por Ruralka Nature Suites Hotel, situado entre el mar (8km de distancia) y el Puig Campana, la montaña mágica de Finestrat. Me alojé en una de las 5 espaciosas suites con amplios ventanales frente a la piscina de agua salada con el fondo del mar. ¡Pura maravilla para descansar!
El último día de la ruta, aproveché la mañana para subir el Puig corriendo por los senderos y disfrutar de la naturaleza antes de subirme a la moto. Como bien dice Albert Einstein, mira profundamente en la naturaleza y entonces comprenderás todo mejor. Y comprendí la suerte que tengo en estos momentos tan complicados que estamos viviendo.
Después de un buen desayuno frente al mar bajo un sol cálido, puse la V-Strom sobre el caballete central, que se agradece mucho a la hora de cargar la moto, e hice unas fotos y videos frente al Puig Campana. Poco después, me tocó despedirme del hotel, tomar la N-332 en dirección Jávea y descubrir uno de los tramos mas bellos de la costa de la Comunidad Valenciana. Hice una parada en la cumbre del Cabo de San Antonio a 160m de altitud sobre el Mediterráneo (punto de referencia básico para los navegantes), con la particularidad de que los acantilados poseen una verticalidad absoluta. Unas vistas interminables de las aguas azules.
A mediodía, ya tocaba volver a Madrid vía la A3 para poder llegar a una hora decente. Pongo el control de crucero a 130km/h después de subir la pantalla manualmente y rumbo a Madrid. Unas cuatro horas después y alguna parada de descanso, llegué a casa con ganas de seguir la ruta hacia otro destino.
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