En esta ruta también disfrutaremos del románico de Portugal
Descubrimos a fondo el norte de Portugal con nuestra Suzuki V-Strom. Pasaremos por los pueblos más bonitos del románico del país vecino. ¡Nos esperan buenas curvas!
Comenzaremos la ruta desde nuestro hotel ruralka recomendado, Casa da Cisterna en Castelo Rodrigo. Situado en una aldea del Parque Natural do Douro, tiene todas las comodidades que esperamos en nuestra estancia, además su cocina con productos de la tierra hace que empecemos con fuerza el día.
Cogemos la carretera E802, comienzan las primeras curvas de la ruta hasta Mirandela. Un bonito pueblo portugués de origen romano cuyo puente de esta época tiene 20 arcos. Este pueblo tiene gran encanto y numerosos espacios verdes. Cabe destacar también el Palacio de los Távora, una bella construcción del siglo XVIII.
Continuamos la ruta hacia Peso da Régua, conocida como la capital del Vino de Oporto está rodeada de grandes extensiones de viñedos y de sus muelles salen los cruceros que recorren el río Douro. ¡No te pierdas su casco histórico!
Seguimos nuestro camino hacia Paço de Sousa, visitaremos el Monasterio de Salvador, el Memorial da Ermita de gran importancia en el románico. Se recomienda visitar los jardines de la Quinta da Aveleda, uno de los mejores conservados en Portugal.
Iniciamos nuestro trayecto hasta Penafiel, alguno de sus edificios históricos como el Museo Municipal ubicado en el Palacio de Pereira do Lago, uno de los edificios modernos de mayor valor estético y arquitectónico de la ciudad que fue galardonado en 2010 como mejor museo de Portugal. También recomendamos visitar el Monasterio de Santa María de Pombeiro, declarado Monumento Nacional; otro de los imprescindibles es la Casa Histórica do Pao de Ló de Margaride, o la iglesia de San Vicente de Sousa, denominada Monumento Nacional.
Comeremos en Felgueiras y probaremos los bolinho de bacalhau, francesinha o sardinas. Después cogemos la Suzuki V-Strom y volvemos a la carretera para disfrutar de las últimas curvas de la ruta.
Amarante es el último pueblo de la ruta por El Valle de Sousa. Esta ciudad monumental respira cultura y tradiciones. Se recomienda visitar la Iglesia de San Pedro de Ferreira, caso único en el románico portugués, también visitaremos los Jardines de Camelias y si ya no vamos a coger la moto sería buen momento para hacer una cata de vinos y quesos de gran reconocimiento nacional.
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