¡Refréscate al llegar de tu ruta en hoteles donde los motoviajeros son bienvenidos!
El verano es la temporada ideal para los motoviajeros, quienes buscan combinar la emoción de recorrer carreteras con la comodidad y el descanso en destinos acogedores. Si eres uno de esos apasionados de las dos ruedas que disfrutan de la libertad de viajar y explorar nuevos horizontes, es crucial que elijas alojamientos que no solo se adapten a tus necesidades, sino que también te ofrezcan un extra para relajarte tras un largo día de viaje.
En este sentido, los hoteles motorfriendly Ruralka, en los que además tenéis un 10% dto por pertenecer a este club, se han convertido en una excelente opción. Estos establecimientos están diseñados pensando en los viajeros en moto, ofreciendo facilidades como estacionamientos seguros, áreas de lavado para tus motocicletas y, por supuesto, un trato especial para los huéspedes sobre dos ruedas. Pero, ¿qué tal si a todas estas ventajas le añadimos el lujo de una piscina? Poder refrescarte y relajarte en una piscina después de un día bajo el sol, recorriendo paisajes increíbles, puede hacer que tu viaje sea aún más placentero.
Te presentamos una selección de hoteles motorfriendly con piscina que son perfectos para tus rutas este verano. Descubre lugares donde no solo tu moto será bienvenida, sino donde también podrás disfrutar de un merecido descanso y refrescarte en entornos espectaculares. Prepara tu itinerario y asegúrate de incluir estos destinos en tu próxima aventura estival. ¡Vamos a sumergirnos en el mundo de los hoteles motorfriendly con piscina y hacer de este verano una experiencia inolvidable sobre ruedas!
- Hotel O Fonte Santa, Monfortinho, Castelo Branco (Portugal)
Situado en la ladera de la sierra de Penha Garcia, el hotel Fonte Santa ofrece una atmósfera de relajación y bienestar, combinando elegancia, intimidad y comodidad. Este renovado hotel cuenta con habitaciones que ofrecen vistas impresionantes del paisaje natural conocido como la «Raia Perdida». Rodeado de belleza natural y silencio, es un lugar ideal para descansar durante tus rutas en moto.
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- Tierras de Moya, Los Huertos de Moya (Cuenca)
Ubicado cerca de la Villa de Moya, una ciudad medieval en ruinas en una zona poco conocida de Cuenca, el entorno ofrece vistas a la sierra, un río y huertas. Sin horarios estrictos y con una piscina ideal para disfrutar del buen tiempo y contemplar las estrellas, este hotel es perfecto para motoviajeros.
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- Castillo del Buen Amor, Topas (Salamanca)
Un castillo del siglo XV, donde disfrutarás de servicios exclusivos como cenas privadas en el torreón, mayordomo, masajes relajantes, catas de vino y picnics en el jardín. Las habitaciones de piedra, con armaduras y tapices, te transportarán a otra época. Comienza el día con un desayuno en las antiguas caballerizas y déjate envolver por las historias de la familia Fernández de Trocóniz. Relájate en la piscina del foso con vistas al castillo, explora el laberinto vegetal y los viñedos propios, y cena deliciosas recetas castellanas en el patio de armas. Una experiencia de cuento ideal para motoviajeros.
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- Ardea Purpurea Lodge, Villamanrique de la condesa, Sevilla
En el Parque Natural de Doñana, Ardea Purpurea Lodge es un oasis sostenible donde la naturaleza y la arquitectura se combinan perfectamente. Con techos de castañuela, el lodge te conecta con el entorno natural. Recorre el parque a caballo o en buggies, disfruta de las puestas de sol entre aves, báñate en la piscina de arena de agua salada y saborea arroces y carnes en su restaurante recomendado por la guía Michelín. Además, explora la cultura de El Rocío, Huelva y Sevilla, o relájate en la playa de Matalascañas.
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- Torre do Río, Caldas de Reis, Pontevedra
Este encantador hotel, un pazo gallego del siglo XVIII rodeado de bosque y río, ofrece un ambiente donde el tiempo parece detenerse. Desde el mirador, observa martines pescadores y nutrias mientras disfrutas de un ribeiro y empanadas caseras. El interior está lleno de detalles y los desayunos destacan con repostería casera y huevos de gallinas criadas de manera especial. Un remanso de paz y sabor, perfecto para motoviajeros.
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