Cuando llega el momento de salir a la ruta con nuestra Suzuki V-Strom, siempre aparece la misma duda: ¿llevo maletas o una mochila?

La respuesta depende del tipo de viaje, de lo que quieras llevar y, sobre todo, de cómo disfrutes rodar. Os contamos las ventajas y desventajas de cada opción, para que elijas la que mejor encaje contigo y con tu próxima ruta.

Las maletas laterales y el top case son casi un símbolo de las motos viajeras, y la V-Strom se ve espectacular cuando va equipada con ellas. Pero más allá de la estética, lo cierto es que son muy prácticas:

  • Lo primero que se agradece es la comodidad: no tienes que cargar nada en la espalda y todo va seguro, bien sujeto a la moto. Además, su capacidad de carga permite llevar ropa, herramientas, accesorios e incluso recuerdos del viaje sin preocuparte demasiado por el espacio. Otra gran ventaja es la organización: con varios compartimentos, cada cosa tiene su sitio y no andas desarmando todo para encontrar un par de guantes o un cargador.
  • Tienes que tener en cuenta que un buen juego de maletas supone una inversión considerable, tanto en el equipaje como en los soportes. También sabrás que la moto gana volumen y peso, lo que puede complicar un poco la maniobrabilidad en ciudad, el paso por tráfico denso o incluso el consumo de combustible.

En definitiva, las maletas son ideales para quienes hacen viajes largos, con equipaje variado y muchas horas en carretera.

Por otro lado, tenemos la opción más sencilla: la mochila. Perfecta para escapadas rápidas, un paseo de fin de semana o incluso para moverte por la ciudad.

  • El mayor atractivo es lo fácil que resulta llevarla. No necesitas comprar nada extra ni instalar soportes; basta con echarte la mochila al hombro y salir. Es una solución económica, ligera y, al llegar a tu destino, simplemente te la llevas contigo sin preocuparte por candados o anclajes.
  • Pero, claro, también tiene sus limitaciones. Llevar peso en la espalda durante varias horas puede terminar en incomodidad o cansancio físico, especialmente en viajes largos. Además, su capacidad de carga es reducida: apenas lo justo para llevar lo indispensable. Y un punto a considerar es la seguridad: en caso de caída, la mochila puede representar un riesgo adicional para la espalda.

En resumen, la mochila es la compañera ideal para trayectos cortos, ligeros y sin grandes complicaciones.

¿Qué hacer entonces?

La respuesta depende de tu estilo de viaje. Si lo tuyo son las aventuras largas, con varios días de rutas y con diferentes necesidades, las maletas son prácticamente obligatorias. Si, en cambio, sueles hacer salidas rápidas, una mochila pequeña y ergonómica puede ser más que suficiente.

De hecho, muchos motoviajeros encuentran el punto medio combinando ambas opciones: maletas para lo voluminoso y una mochila ligera para lo personal, como documentos, una cámara o una botella de agua.

Lo importante no es tanto si eliges maletas o mochila, sino que tu equipaje te permita viajar cómodo, seguro y disfrutar al máximo de la ruta. Porque, al final, lo esencial no va en la moto… ¡sino en las ganas de rodar!

Y tú, ¿de qué team eres?