España es un país lleno de posibilidades para descubrir en moto, su orografía, sus carreteras y sus celebraciones en otoño nos deleitan a quienes buscamos algo más que recorrer kilómetros.

Ya hemos dejado atrás el verano un tiempo de disfrute, de sol y de dar pausa a la rutina. Y tras él nos reiniciamos y damos paso al otoño, esta época del año que nos prepara para una nueva estación donde la tierra nos “da todo” lo cosechado durante el año antes de reposar, el del olor dulzón de las hojas marchitas, de la vendimia y tantos otros frutos como las setas, boletus, níscalos, el azafrán, las bayas, la patata, la avellana y, cómo no, de las sempiternas castañas asadas.

Es tiempo de la recogida de las castañas, muy populares en muchísimos lugares de España. En Ruralka sabemos muchos secretos de las fiestas organizadas alrededor de un fruto tan humilde y popular allá donde viajes.

En Galicia es el “magosto”; en Asturias, “magüestu”; “magosta” en Cantabria; “gaztañarre” en el País Vasco; la “castañada” se celebra en Cataluña, en Extremadura se la llama “chiquitía”, “calvochá” o “magosto” y “calbote”, como también se le conoce en algunas zonas de Ávila y Toledo. Sus fiestas ganan indudable atractivo alrededor de las brasas y el calor del fuego que abrasa el tambor o “tixolo”, donde se tiznan las castañas se comen acompañadas de vino, sidra, anís o moscatel, según la costumbre de la zona.

Orense se viste de fiesta en el día de San Martín, el 11 de noviembre. Las castañas se convierten en protagonistas de la jornada y desde tiempo siempre se celebra un magosto campestre. Es costumbre celebrarlo encendiendo una hoguera dispuesta para asar principalmente carne de cerdo, chorizos y también castañas. Por la tarde, mientras las bandas de música amenizan la fiesta y por la noche, las brasas esparcidas siguen asando los frutos. En el centro de Orense, su Ayuntamiento presume un magosto por todo lo alto para el que se asan más de 1.000 kilos de castañas, unos 4.000 chorizos, regado además por cerca de 500 litros de vino. Una fiesta que no te puedes perder en la Comunidad de Galicia donde están dos magníficos hoteles de Ruralka, como son Torre do Rio, en Caldas de Reis, con todo el sabor de un tradicional pazo gallego del S. XVIII bordeado por el rio Sil, y también el Ecoturismo Lagar de Costa en Cambados rodeado de sus propios viñedos, en plenas Rías Baixas.

Muchas otras fiestas en torno a la castaña tampoco dejan de sorprendernos, como es el caso de las del País Vasco donde las castañas asadas se cenan acompañadas por caracoles o ‘morokil’ (una masa hecha a base de harina de maíz). Señalamos otras fiestas asturianas como la de Teixois en Taramundi, de estruendosas gaitas y estallidos de castañas que degustamos con sidra. En Oviedo, la calle Gascona, llena de sidrerías, organiza a principios de noviembre unas jornadas gastronómicas alrededor de la castaña.

Si te atrae el paisaje y el carácter asturiano te invitamos a escoger cualquiera de los alojamientos de Ruralka. El Gran Sueño Rooms & Suites en Pintueles con vistas al Parque Nacional de los Picos de Europa y la reserva natural del Sueve, el hotel Rural Valleoscuru en Llanes, uno de los pueblos más emblemáticos de cultura y tradición asturiana, La Casona de Cefontes , suntuosa y embellecida por la bungavilla de sus fachadas, Casa Maru en Cabrales, estratégicamente situada para recorrer la senda del Cares y La Posada de Boimouro en El Franco, escondida junto al rio Mazo.

En Cantabria la magosta se celebra acompañada de una romería montañesa donde suena la música tradicional bajo el son del ‘pitu y el tambor’, y en Sanabria (Zamora) las fiestas donde se saborean calentitas las castañas se acompañan con jotas, corridos y agarrados, amenizados con música de gaita de fole, típica de Sanabria, el tambor y el pandero. En León, la población presume de la castaña más fina del Bierzo y su magosto popular es toda una gran celebración otoñal.

En el centro peninsular, El Tiemblo y Casillas en Ávila son dos próximas poblaciones y bien famosos por sus castañares. En Casillas, la calbotada popular suma a la celebración de la Feria de la Castaña, con puestos de venta y degustación, y un concurso de cocina con la castaña casillana como ingrediente estrella.

En la provincia de Ávila puedes elegir entre varias opciones del club de hoteles motorfriendly de Ruralka. La Trocha de Hoyorredondo estás situado a las faldas del Parque, en el Valle del Río Corneja  y Valle del Tormes en un entorno bello y tranquilo. El Hotelito en Navaluenga, más cercano a la vega del Río Alberche y el embalse de El Burguillo, una romántica y El Rinconcito de Gredos en Cuevas del Valle también muy cercano a sus macizos montañosos.

Pero si hay una zona donde la fiesta y la gastronomía se alían fuertemente con la modesta castaña es Andalucía. La Sierra de Aracena organizan jornadas para salir al campo de busca de castañas y setas en la fiesta de Todos los Santos. En la serranía de Ronda, en Málaga, hay pueblos que se han ganado el honor de castañeros mayores, sobre todo a la hora de celebrar la fiesta de la castaña. En Pujerra se elabora una gran variedad de recetas con castañas, desde cremas, croquetas a arroces, sin olvidar ricos postres como flanes, tartas y roscos. Y en Alcaucín se degustan de forma gratuita más de 300 kilos de castañas asadas, 200 kilos de batata asada, unos 50 kilos de mantecados de canela y, para acompañar, no falta el anís. Tentador, ¿no os parece?

Vente a los alojamientos motofriendly para “saborear” una riquísima gastronomía basada en las castañas. En Málaga te sugerimos el Hotel Rural Villa Ignacia en Arriate a tiro de la Sierra de Grazalema y la Serranía de Ronda, o el Castillo de Monda, en otros tiempos llamado Castillo de Al-Munda del siglo IX, a las faldas de Parque Natural y Reserva de la Biosfera Sierra de Las Nieves, y en Huelva el El Castañar de Aracena, un lugar perfecto para practicar culto a nuestra tan querida y homenajeada protagonista.

¡No te los pierdas la oportunidad de disfrutar junto a tu V-Strom de estas celebraciones en otoño!