Dos vstromers aventureros, Lucas Gilabert y Agustí Carmona, realizan una ruta de película
Nuestros embajadores vstromers, Lucas Gilabert y Agustí Carmona, nos comparten una ruta de película que han hecho por los mejores lugares de grabaciones de la provincia de Andalucía.
¡No te pierdas detalle de esta aventura!
Tenemos el privilegio de contar con el soporte de Ruralka y sus fabulosos alojamientos motofriendly con muchísimo encanto. Los hoteles Cortijo Peñardera y Casona Granado son nuestros destinos para cada jornada.
La temática de la ruta son los escenarios relacionados con el cine que encontraremos a nuestro paso en el trazado que hemos diseñado para poner a prueba los neumáticos y disfrutar de los maravillosos hoteles. Rodaremos por autopista, carreteras nacionales, carreteras sin arcén y puertos de montaña con asfalto roto, pistas, badeos e incluso algún banco de arena que bien parecerá que estemos llegando a las dunas del desierto.
Arrancamos ruta desde La Venta del Borrego en Banyeres de Mariola en dirección a La Colonia de Santa Eulalia, una pedanía situada entre el termino municipal de Sax y el de Villena. Este pintoresco y lamentablemente abandonado poblado fue escenario de la famosa serie L’Alqueria Blanca, emitida en la televisión autonómica valenciana À Punt. Esta serie propone un viaje en el tiempo hasta los años 60 que refleja la vida de un pueblo de interior.
Hasta este punto y en los siguientes kilómetros de la ruta, iremos combinando carreteras nacionales con otras de segundo orden y antes de cruzar a la Región de Murcia, nos desviamos a la izquierda por una pista entre tierras planas de viñedos en las que aguarda alguna sorpresa que pondrá a prueba nuestros neumáticos y nuestra pericia al manillar, como fueron unos bancos de arena fina que posiblemente han llegado ahí desde el Arenal de Almorxó. Regresamos a la CV-813 junto a la Sierra de Salinas y nos adentramos en tierras murcianas.
Esta combinación de carreteras nacionales y secundarias entre grandes campos de viña y pequeñas arboledas de Olmos y algún riachuelo, son un escenario perfecto para recorrer muchos kilómetros a buen ritmo y sin apenas esfuerzo. Las famosas bodegas de esta región serán un referente en la ruta.
Castilla la Mancha nos recibe con similar escenario hasta desviarnos hacia Liétor por la CM-9334 donde el desnivel y las curvas con buen asfalto nos permiten juguetear con la faceta deportiva de nuestras monturas. Regresamos a la CM-3213 hasta Villarejo y nos dirigimos a nuestro siguiente destino de película por la CM-3203 en dirección a Ayna y sus curvas tipo tornati alpino preceden al mirador de la moto Vespa con sidecar y la guitarra, referencias a la famosa película ‘Amanece que no es poco’ de José Luis Cuerda. Hay impresionantes vistas naturales que se pueden observar desde algunos de los miradores que existen, como el Mirador del Diablo, entre otros balcones de piedra que muestran buena parte de la garganta del río Mundo.
Nos hemos tomado con calma la ruta hasta aquí y queremos llegar al hotel antes de que anochezca y el siguiente tramo de carreteras (AB-508 y CM-412) es un trazado de puertos de montaña con curvas enlazadas y buen asfalto que nos permitirá llevar buen ritmo y sacar a relucir las increíbles cualidades deportivas de estas gomas que se agarran a cualquier asfalto como si fuésemos sobre raíles, dándonos una confianza absoluta y permitiéndonos disfrutar como niños. Antes de Riópar nos desviamos a la izquierda por la CM-3204 y pronto nos dará la bienvenida el cartel de bienvenida a Andalucía.
Ya en Siles, una pequeña pista de tierra entre bosques de pinos nos adentrara en la Sierra de Segura, Cazorla y las Villas, llevándonos hasta nuestro hotel de esta jornada, los Apartamentos Cortijo Peñardera ¡un autentico paraíso de montaña!
Este cortijo formado por diez apartamentos muy acogedores y que además en alguno de ellos te permitirás el lujo de dormir bajo las estrellas como jamás lo habías hecho.
Toda la estancia está rodeada de agua de sus propias fuentes y además cuenta con una zona de piscina y solárium con vistas a la sierra.
Se trata de un alojamiento con muchísimo encanto, rehabilitado partiendo de un antiguo cortijo ya existente. Es una experiencia única para todo viajero que decida visitarlo.
A la mañana siguiente nos adentraremos de pleno en el parque natural en dirección a Río Madera y subiremos al El Yelmo para culminar sus más de 1800 metros de altura y observar con vistas 360º la majestuosidad del valle, Hornos y el pantano del Tranco.
Continuamos viaje y nos detenemos en el siguiente punto con referencia a la televisión y no es otro que el Mirador de Félix Rodríguez de la Fuente quien tuvo gran protagonismo en nuestras vidas desde su programa documental ‘El Hombre y la Tierra’.
Tras reponer fuerzas en uno de los restaurantes de Arroyo Frío, continuamos por la A-319, una carretera preciosa, perfecta para disfrutar lentamente del entorno.
A partir de Cazorla, la carretera es más ancha y dejamos atrás los frondosos bosques para dar paso al asombroso paisaje del desierto de Gorafe “los Coloraos” que junto a las altas temperaturas nos hacen sentir como si estuviésemos rodando por Marruecos. Cruzamos junto al embalse del Negratín y sus aguas turquesas.
Esta carretera discreta y revirada nos llevará por la AL-3102 hasta el Alto de Velefique para detenernos en el mirador del Pedregal.
La jornada está resultando exigente para nosotros, para las motos y para nuestras gomas pero si estos neumáticos tienen algún limite, nosotros ni nos acercamos. Su comportamiento en vías rápidas y carreteras nacionales es noble y apenas una casi imperceptible rumorosidad de la rueda trasera nos recuerda que no son 100% asfálticos pero es cuando la carretera se complica, el asfalto se agrieta o desaparece, la lluvia y la humedad llegan a tu viaje, la pista se torna senda o el camino es un circuito de cross.
A lo lejos ya divisamos el Desierto de Tabernas y nuestro último destino relacionado con el cine: el pueblo fantasma de Fort Bravo. El Far West.
Desde su mítico cartel y sus escenarios de Spaghetti western nos dirigimos a la Casona Granado en un atardecer perfecto.
Escondido en el pequeño pueblo de se encuentra este hotel boutique de ocho habitaciones donde el viajero encontrará un alojamiento elegante, rustico y sin complicaciones. Sus grandísimos anfitriones además le ofrecerán una deliciosa cocina casera.
A la mañana siguiente un completo desayuno en su terraza es un momento perfecto para repasar las vivencias de nuestro viaje y despedirnos hasta la próxima aventura.
Este tipo de escapada de dos días, nos carga las pilas y nos llena de energía positiva, es como si llevásemos mucho más tiempo disfrutando de hacer aquello que más nos gusta.
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