Sube a la Suzuki V-Strom y recorre Cantabria
La variedad de entornos que hay en España y, sobre todo para quienes nos movemos en moto, diferentes trazados por carretera y sus combinaciones, nos convierten en algo así como una versión moderna del caballero medieval. Una forma de viajar que despierta admiración en cuanto cruzas una pequeña aldea y el tamborileo de nuestro cabalgar por el empedrado, hace volver las miradas de los lugareños, presos de curiosidad por el forastero jinete motorizado.
Cantabria es perfecta para recorrerla en moto. Una estrecha franja verde acorralada entre el mar y la montaña, que nos permiten disfrutar al mismo tiempo de paisajes bien distintos, desde valles tan silenciosos como Liébana, Nansa, Saja, Besaya, Pas-Pisueña, Miera, Asón-Gándara, Campoo, tan profundos surcados por su anchos ríos que les da nombre, hasta el bullicio de villas marineras embriagadas de fuerte olor a mar. Lo cierto es que yendo con nuestra Suzuki V-Strom, apenas nos dará pereza –al contrario, un verdadero placer– aventurarnos a subir sus cerca de 40 puertos de montaña, y alrededor de una hora disfrutar de un chapuzón, a elegir entre casi un centenar de playas naturales.
Sin embargo, nuestra propuesta es empezar a conocer Cantabria por uno de sus rincones menos populares, como es la comarca del Alto Asón. Uno de sus secretos guardados. Y ya puestos a elegir, podemos pensar en dormir en un lugar muy especial: La Casona de San Pantaleón. Una casona tradicional cántabra, con cuatro siglos de historia, construida sobre la base de una torre medieval a la que se accede con un imponente arco de mampostería. La piedra es la dominante del hotel, que tiene la originalidad de un hall con lucernario. El acceso a la finca se practica sobre un precioso puente de tres ojos sobre el río Clarín. Sus propietarios son de los que cuidan hasta el mínimo detalle, y en pocos minutos de charla con Rosa, ya sabes que unos días de estancia en el Alto Asón son perfectos para descansar, incluso en el propio spa del hotel.
Rosa nos ha recomendado su ruta favorita, que nos lleva desde San Pantaleón de Aras hasta el precioso pueblo costero de Castro Urdiales (una de las cuatro villas marineras que ostentaban el poder marítimo en la edad media). Primero haremos parada obligada, a 10 km del hotel, en el Santuario de la Patrona de Cantabria de La Bien Aparecida, que data de 1614, y ver su pequeña talla de estilo gótico. Seguimos la ruta hacia Ampuero disfrutando por todas las curvas que nos encontramos en el camino y tomamos la carretera dirección Ahedo- El Puente. Aprovecharemos para hacer una paradita en la Quesería de “Las Garmillas” en el barrio de La Bárcena y probar uno de los mejores quesos de leche de vaca. Recomendamos hacer un pequeño desvío y subir al “Pico de las Nieves” a 783 m donde hay una pequeña ermita y buenas panorámicas para fotografiar.
A esta altura de la ruta ya se vislumbra la costa, la ría de Oriñón y el Embalse del Juncal, unas vistas increíbles. Si hemos llegado a la hora de comer, pararemos en el municipio de Guriezo, que se encuentra enclavado dentro de la cuenca fluvial del río Agüera. En los restaurantes del pueblo se pueden degustar las alubias rojas autóctonas, llamadas tradicionalmente “Caricos” cuidados con esmero en las pequeñas huertas. Son también exquisitos los famosos chorizos artesanos, los quesos de nata y las manzanas, con las que se fabrica una refrescante sidra. No podemos dejar de citar las finas angulas del Agüera, que ascienden hacia Guriezo de noviembre hasta marzo.
Si no hay hambre, se toma la carretera CA-520 hacia Sámano-Santullán. De ahí nos dirigimos a Castro Urdiales y damos un paseo por el puerto, visitamos la iglesia, el castillo- faro y tomamos un pincho o marisquito en “Casa Alfredo” o nos damos el lujo de comer en la terraza mirador del restaurante “Asador El Puerto”
Después se puede tomar la antigua nacional N-634 siguiendo la costa desde Castro Urdiales a Laredo-Treto y vuelta a la Casona, para cambiar la ropa de moto por una camiseta y unas cómodas zapatillas, y tomarse una cerveza artesana Dougall’s (hecha en un pueblo cercano, Liérganes), relajadamente en el porche disfrutando del jardín o hacer una sesión de spa de uso exclusivo en el ático de la Casona, y tomarse una deliciosa limonada casera recién hecha.
Tampoco podemos descartar una visita por su patrimonio rupestre. En numerosas de ellas podemos contemplar pinturas originales de hace 40.000 años. En la zona del Alto Asón, destacan las de Cullalvera, Covalanas y La Haza, todas ellas en Ramales de la Victoria, a unos 20 km del hotel.
Antes de terminar el día, dedicaremos un instante a comprobar que todo está correcto en nuestra V-Strom (niveles, cadena, inflado de la ruedas, piezas ajustables…). Y en época de buen tiempo, retirar enseguida las marcas de insectos y una buena limpieza del casco, simplemente con agua y jabón neutro.
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