¿Qué es una moto Trail? Las primeras motos Trail no eran otra cosa que motos de Enduro, (de las que van por el monte, para que nos entiendan los profanos) con pequeñas modificaciones para hacer agradable el uso por carretera. Así, una de las primeras cosas que se modificaba era el tanque de gasolina, que sufría un aumento de capacidad para poder cubrir distancias largas. Las ruedas de tacos dejaban paso a unos neumáticos mixtos para rodarmás cómodamente sobre asfalto.

Las Trail modernas nada tienen que ver con sus predecesoras. Si antes una trail estaba pensada para un uso 80% offroad y 20% asfalto, ahora es justo al revés; 80% asfalto y 20% offroad. De hecho la mayoría de ellas son utilizadas al 100% en carretera por sus dueños, salvo excepciones. Y es que estamos hablando de motos que han ido “engordando”, tanto en peso, como en cilindrada y potencia. Llegando a los 160 CV y más de 200Kg de peso.

¿La viajera ideal?

No cabe duda de que las trail son, a priori, las motos más cómodas y fáciles de manejar. El manillar ancho y elevado por encima de la tija nos da un control total sobre la dirección y nos sitúa de forma cómoda sobre la moto en su conjunto. Si a esto le sumamos una cúpula que nos proteja del viento y le añadimos unas maletas laterales para transportar equipaje, nuestra trail se convierte en la viajera ideal. Decía anteriormente que la gran mayoría de usuarios no se sale del asfalto, pero hay ocasiones en que tenemos que meternos por algún camino sin asfaltar, alguna pista o sendero, bajar o subir bordillos, etc. Y ahí es juega su baza la moto trail. Quizá no lo lleguemos a hacer nunca, pero y si…

La tecnología avanza que es una maravilla, decía mi abuelo. Cuando él murió las firmas de motos españolas daban sus últimos coletazos y las trail todavía no eran ni bocetos en las mesas de dibujo de los diseñadores. Antes vendría el auge de las motos deportivas que inundaron el mercado de “erres” para dar paso paulatinamente a motos más “lógicas”. En este proceso de evolución los usuarios enseñaban a las marcas el camino a seguir, pues empezaron a verse manillares de motocross sobre las tijas de las motos deportivas, entre otras cosas. Por otra parte, el aumento del número de radares y las estrictas sanciones en cuanto a límites de velocidad, han motivado que las “erres” hayan encaminado sus pasos hacia los circuitos, dejando la carretera para otro tipo de motos.

No me duelen prendas en reconocer que he sido defensor a ultranza de las “Erres”. Hace unos cuantos años, por mi mente no pasaba otra opción de compra que no llevase un par de erres en su nomenclatura. Lo que buscaba era una Superbike, que es lo más parecido a una moto de carreras que un ciudadano de a pie puede comprar. Quería una moto de carreras para meterme en los circuitos y quemar adrenalina. A buen seguro que sigue habiendo gente, gente joven, que es eso lo que busca. Sin embargo, hay una gran mayoría que quiere una moto polivalente; una moto para ir a trabajar, para disfrutar de ella en excursiones de fin de semana, para hacer viajes algo más serios y es aquí es donde juegan su baza las Trail. No voy  a haceros ahora una lista de la cantidad y tipos distintos de motos trail que hay en el mercado, pero os aseguro que hay variedad más que suficiente para satisfacer al más pintado.

Desde hace un tiempo, me dedico personalmente a organizar viajes en moto, (organizados.net) y os puedo decir que no ha habido ni un solo cliente que haya venido a nuestros viajes con una “erre”. La mayoría viene con moto Trail o en su defecto con Gran Turismo, incluso algún Maxi Scooter también se apunta.

En definitiva, bajo mi punto de vista, el éxito de las Trail viene dado por su polivalencia, capacidad de llevar equipaje, autonomía y facilidad de conducción. Si a todo esto le añadimos la diversidad de modelos y opciones de los diferentes fabricantes, obtenemos la respuesta al auge de este tipo de motos.

¡Nos vemos en la carretera!

Keko Ochoa