Puertos para curvear

La provincia de Segovia nos ofrece diversas rutas para conocer su historia, su arte y su cultura. Cualquier punto de la provincia es un buen lugar para degustar la cocina segoviana. Los judiones de La Granja, la sopa castellana y los asados de cochinillo y cordero, se suman a calderetas y platos de caza. El chorizo de Cantimpalo tiene merecida fama, al igual que el ponche segoviano. Los vinos de la Denominación de Origen Ribera del Duero acompañarán a estos manjares para lograr una combinación perfecta.

¡Segovia nos espera para descubrirla con nuestra V-Strom!

Nos disponemos a recorrer Segoviaen una ruta en la que subiremos 3 puertos desde los cuales podremos contemplar impresionantes paisajes y disfrutaremos de nuestra pasión por las motos con curvas, aceleraciones y bajadas para el recuerdo.

Partimos desde Madrid, en dirección Guadalix de la Sierra por la E5, recorreremos los pueblos de la sierra madrileña de Burstarviejo y Miraflores por la M-629 donde ya empezaremos a curvear.

El primer puerto de los tres que haremos en la ruta será el Puerto de Canencia, un buen “primer plato” para abrir boca y adentrarnos en una consecución de curvas aptas para cualquier motorista con ganas de pasar un buen día.

Continuando por la SG 612 nos adentramos en Segovia y comenzamos a subir el segundo puerto, el Puerto de Navafría con 1.773 m situado en la Sierra de Guadarrama. Recomendamos hacer una parada en el mirador un entorno perfecto para respirar aire puro y descansar unos minutos.

Para ir haciendo tiempo hasta la hora de la comida, visitaremos Pedraza. Declarada Conjunto Monumental en 1951 cuenta con una de las plazas mayores más bellas de Castilla y León.

Sus empedradas calles y sus casas blasonadas componen un conjunto urbano medieval, en el que es imprescindible recorrer todos sus rincones, desde la Puerta de la Villa hasta el otro extremo de la población, coronado por el castillo. También de interés son la cárcel medieval y la iglesia de San Juan.

Por la SG- 241 llegamos a Sepúlveda a 36km de Pedraza. Sepúlveda refleja en sus monumentos y en sus calles el estilo románico, herencia de su época de mayor esplendor, en los siglos XI al XIII.

Entre sus monumentos más importantes se encuentran la primera iglesia románica construida en la provincia, El Salvador, del año 1093. También puede admirarse el santuario de Santa María de la Peña, del siglo XII. Otras construcciones de interés son la fortaleza de Fernán González, las murallas y la plaza Mayor, así como varias iglesias menores.

A pocos kilómetros está el parque natural de las Hoces del río Duratón, donde se encuentran la ermita de San Frutos, patrón de Segovia, y las ruinas del monasterio de Nuestra Señora de la Hoz. Nuestro destino es el restaurante del hotel Hoces del Duratón, dejamos la moto y comenzamos a disfrutar del ambiente rural que esta localidad, situada muy cerca de las hoces. Al llegar nos esperará el anfitrión del hotel ruralka donde degustaremos de la rica gastronomía tradicional segoviana en la que no puede faltar el cochinillo o el lechazo asado. ¡Una delicia!

Ya con el estómago lleno volvemos a la carretera y no podemos dejar de visitar Pedraza, uno de los pueblos con más encanto de Segovia declarado conjunto histórico-artístico, este lugar transporta a sus visitantes a épocas pasadas con su arquitectura bien conservada y su atmosfera castellana por lo que recomendamos una visita para estirar las piernas.

Ya atardece y nos dirigimos a Torrecaballeros, donde tendremos nuestro merecido descanso en la Finca El Rancho de La Aldegüela. En este hotel con encanto de Ruralka lleno de magia y tradición tendremos todo lo que necesitamos como colofón a un día emocionante de ruta.

Al día siguiente con energías renovadas comenzamos la vuelta a Madrid. En el trayecto hasta el Puerto de Navacerrada pasaremos por La Granja de San Ildefonso y rodaremos por la famosa etapa de las “7 revueltas” llamada así por sus curvas de 180º muy próximas entre ellas.

Finalmente, después de atravesar el Puerto de Navacerrada cogeremos la M-607 hasta nuestro punto de salida.

Una ruta con encanto en la que no han faltado las vistas de película a pantanos y montañas, las curvas para disfrutar de la VStrom y el broche de oro final con la gastronomía segoviana. ¡Nos vemos en la siguiente ruta!