La Mancha una tierra para recorrer con la Suzuki V-Strom
Tomando la N 430, a poco más de 30 km. de la antigua capital de Castilla La Mancha, nos plantamos en Daimiel, a la cual la Reina María Cristina otorgó el título de ciudad. ¿Que queremos un punto de partida igual de sorprendente? ¡Lo tenemos!: El Hotel Doña Manuela en el propio Daimiel, del club de hoteles con encanto de Ruralka, es pura fidelidad a los cánones manchegos y sus tradiciones históricas: El barro cocido de sus ánforas y baldosas, la teja, la forja y sobre todo los tejidos de hilo y encaje. Aunque haga calor en el interior, estar bajo las vistas de su terraza siempre es refrescante. Sus habitaciones respiran un diseño moderno, con elementos de mobiliario rústico.
A poco más de 11 kilómetros del hotel se encuentra el milagro del agua. Del suelo reseco emergen los Ojos del Guadiana. La plana orografía da lugar a la inundación del terreno formando humedales, también llamados tablas. El atractivo de este vergel en medio del secano se encuentra en su riqueza ornitológica del Parque Nacional de Las Tablas, declarado parque Nacional en 1973 y Reserva de la Biosfera en 1980. El mayor valor ecológico es la avifauna que utiliza estas zonas como área de invernada y nidificación, creando una zona integral de aves acuáticas. Y en cuanto a flora, además de muchas flores acuáticas, bosques de peculiares tayares y encinas. 1.900 hectáreas de parque en una zona protegida de 3.500, de máximo interés para cualquier naturalista. Imprescindible para los amantes del turismo ornitológico.
Tomando la CM 4107 y 4124, Almagro debe su nombre a su tierra arcillosa de destacado color rojizo: el almagre. Esta localidad acoge el famoso Corral de Comedias del siglo XVI, declarado Monumento Nacional, donde se representaban las obras teatrales durante el Siglo de Oro español, y hoy continúa siendo escenario del conocido Festival Internacional de Teatro Clásico. Todo un reclamo.
Siguiendo la CM 412 paralela al cauce del río Jabalón alcanzamos Valdepeñas, su vega riega más de 500 bodegas que hacen tan famosa esta denominación vitivinícola. Entre tinto y tinto, es obligada la visita a la casa del Corregidor, y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción del S XII de influencia herreriana. Si nos ha pillado desprevenidos la hora de comer en la capital del vino, la gastronomía ciudadrealeña nos ofrece la degustación de migas ruleras (con base de pan duro, ajo y aceite), gachas, duelos y quebrantos (huevo, chorizo y tocino), el tiznao (guiso de bacalao), el tojunto (vacuno y porcino con patatas y pimientos), y el irrefutable pisto manchego (estofado de verduras)… Y para acompañar cordero manchego, berenjenas de Almagro y vinos de Denominación de Origen de La Mancha o Valdepeñas.
Enfilando la recta CM 3109, que cruza la N 430 en La Solana, nos dirigiremos ahora al Parque Nacional de Las Lagunas de Ruidera, un rosario de 16 lagunas de origen tectónico y kárstico, junto al embalse de Peñarroya. Todas son de pequeño tamaño, siendo las más grandes la Colgada y la Del Rey. Un paraíso para las aves migratorias, declarado reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Hacia poniente, siguiendo los caminos de Alonso Quijano pero ya modernizados en la N 310, pasamos por Argamasilla de Alba con dirección a Tomelloso. En su núcleo urbano hay que visitar la posada de los Portales, con galerías estilo de los corrales de las comedias, ayuntamiento e iglesia de la Asunción, del s. XVI. También es curioso el Museo del Carro donde se exhiben aperos de labranza y el tradicional “bombo”, choza tradicional del ganado. Recorremos otro tramo totalmente rectilíneo por la C 400 hasta Alcázar de San Juan, en cuya iglesia parroquial figura que fue bautizado el autor de El Quijote. En los cerros de la Horca y San Antón –conocido como Mirador de la Mancha– nos quedaremos fascinados por cuatro tradicionales molinos de viento y vistas impresionantes del llano manchego.
Nuestra ruta termina en Consuegra, que tiene el honor de tener la fotografía más veces reproducida de todas las guías de viajes editadas sobre España, la de su línea de 11 molinos de viento –de los 13 originarios– del Cerro Calderico. Todos ellos están bautizados con nombres extraídos del Quijote. Después de subir y bajar descubriendo cómo funcionan, ya toca descansar. El Hotel La Vida de Antes, del club de hoteles con encanto de Ruralka, es una preciosa casona castellana del siglo XIX, decorada con mobiliario costumbrista recuperado con una galería acristalada con la reja antigua. Un descanso rodeado de la tranquilidad, la paz y blancura a las que se refería el poeta. Tu V-Strom te lo agradecerá.
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