Conociendo los pasos del destierro del Cid
¡Mira cómo nos lo pasamos!
¡Gran día con vstromers!
Cuando recibí el encargo de diseñar una ruta con base en el Hotel Rural Las Baronas, ubicado en la localidad burgalesa de Santa Cruz de la Salceda, no dudé ni por un instante hacia dónde teníamos que dirigir nuestra propuesta: rodaríamos en busca de las huellas del Cid Campeador.
El alojamiento, ubicado en el corazón de la Ribera del Duero, cuenta con el buen hacer de Nuria Leal, motera y apasionada de la naturaleza y la restauración, otra de las razones para elegir este hotelito con encanto recomendado por Ruralka. Algo que pudimos probar (y comprobar) disfrutando de la deliciosa gastronomía que el restaurante de Las Baronas nos brindó durante todo el fin de semana.
El Camino del Cid es un itinerario integrado en las Rutas Culturales de España. Atraviesa la Península Ibérica de noroeste a suroeste siguiendo los pasos del Cid Campeador y recorriendo lugares que aparecen en el Cantar de mío Cid, el gran poema épico hispánico escrito a finales del siglo XII, que narra las aventuras del Cid desde que es desterrado de Castilla hasta su muerte el 10 de julio de 1099, encumbrado como príncipe de Valencia.
Esta vez se trataba de fusionar una ruta que reúne aspectos históricos, literarios y paisajísticos. Nuestro track cidiano se adentra en alguna de las localizaciones más legendarias del destierro. Pasaremos por uno de los grandes monasterios fundacionales castellanos: el de Santo Domingo de Silos. El recorrido alterna los cultivos en los valles de los ríos Arlanza y Duero con los sabinares, robledales, pinares y parameras, atravesando espacios naturales increíbles como el desfiladero de La Yecla, el Cañón del Río Lobos y la Sierra de la Demanda, uno de los tramos más bellos y disfrutones para la conducción. ¡Muy top!
¡En marcha! Nuestra primera parada se produce en Caleruega, donde nos fotografiamos junto a la estatua ecuestre del Cid. El grupo está formado por vstromers procedentes de Málaga, Sevilla, Madrid, La Rioja y País Vasco. También nos acompañan Anyoli Montero, de Marketing y Comunicación de Suzuki Moto España, y Alexandra Pérez, encargada de coordinar el proyecto por parte de Ruralka on Road.
Los campos de cultivo crean un mosaico con teselas de diversos colores y formas. Los primeros kilómetros son puro deleite. Nos detenemos para admirar los paredones verticales del desfiladero de La Yecla, uno de los más angostos de toda España, con una anchura que en algunos puntos apenas sobrepasa los dos metros. Caminamos por las pasarelas instaladas sobre el cauce. Bajo nuestros pies, el agua; sobre nuestras cabezas, los buitres leonados planean junto a las crestas rocosas de las peñas de Cervera. Estamos en Parque Natural Sabinares del Arlanza – La Yecla.
A corta distancia detenemos nuevamente nuestras monturas. Llegamos a Santo Domingo de Silos. Su abadía, gran centro espiritual, cultural y artístico, está ligada a la historia del Rodrigo Díaz y su esposa Jimena, ya que ambos donaron algunas de sus heredades al monasterio, cuyo claustro estaba en fase de construcción cuando el Cid fue desterrado en 1081. Hallamos la réplica de la espada Tizona, que se encuentra incrustada en la roca a pocos metros del monasterio.
Y continuamos en dirección a Covarrubias y Mecerreyes, donde encontramos una escultura cidiana de grandes dimensiones, con una altura total de siete metros.
Nuestro viaje al pasado nos lleva mucho más atrás en el tiempo. El yacimiento de icnitas de La Pedraja, situado entre Mambrillas de Lara y Campolara, conserva centenares de huellas fosilizadas de dinosaurios. Por un instante vivimos nuestro Parque Jurásico particular.
Este primer tramo de ruta cuenta con tal cantidad de puntos de interés que si tuviéramos que detenernos en cada uno de ellos, nos faltarían horas para zambullirnos en todas y cada una de las referencias históricas y monumentales que esta zona de Castilla y León nos ofrece.
Así pues, proseguimos en dirección noreste: Vizcaínos, Barbadillo del Pez y las primeras estribaciones de la Sierra de la Demanda. Un decorado de ensueño para disfrutar con nuestras V-Strom. Estamos muy cerca de La Rioja y el Parque Natural de las Lagunas Glaciares de Neila.
Alcanzamos Quintanar de la Sierra y enlazamos Canicosa con Navaleno a través de la SO-P-6002. Efectivamente, la nomenclatura de la carretera no deja lugar a dudas: hemos abandonado momentáneamente la provincia de Burgos. Pasamos por San Leonardo de Yagüe antes de sentarnos a la mesa en Casarejos. En el menú del Mesón Julio no podían faltar los típicos torreznos, ya sabéis… ¡esas pecaminosas barritas energéticas sorianas!
Tras el avituallamiento, nuestras Suzukis descienden por la SO-920 y el Cañón del Río Lobos. Decidimos adentrarnos en el Parque y dar un paseo hasta la ermita de San Bartolomé. ¡Qué lugar, cuántas emociones!
Esta es una de las particularidades de V-Strom On Road: las rutas no persiguen hacer kilómetros sin más, sino ofrecer a los participantes una experiencia integral, una jornada enriquecedora de auténtico mototurismo. Precisamente los momentos en que compartimos charlas, risas y anécdotas son los que dotan de valor añadido a esta iniciativa. Algo que solo es posible gracias a la calidad humana del equipo de Suzuki, Ruralka, el establecimiento que nos acoge y, por supuesto, los asistentes a la ruta, ¡un grupo fantástico como el que tuvimos en este roadleader!
Tras nuestro paso por El Burgo de Osma y San Esteban de Gormaz finalizamos nuestra singladura en Las Baronas. Ya solo queda rubricar esta crónica. Rodrigo Díaz lo hubiese hecho firmando como Ego Ruderico… Con menor solemnidad pero no poca satisfacción, a lomos de un Babieca nipón del siglo XXI y 107 caballos de vapor, en Santa Cruz de Salceda,
Quique Arenas.-
https://maps.app.goo.gl/Ee83SLWmcuVvYyqq5
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