Cada región de Cataluña supera a la otra, ¡no te pierdas sus rincones más impresionantes!

Soy Agusti Carmona y en esta ocasión te pido que me dejes llevarte en una ruta que empezará en el pueblo costero de Arenys de Mar, donde redescubriremos la gastronomía de este antiguo enclave marinero, y que llegará hasta Camprodón, una de las principales ciudades de la comarca pireaica del Ripollés.

La excursión para llegar al punto de origen es de unos escasos 50 kms y la hago vordeando el mar Mediterráneo que tanto ha influido en mi carácter y del que estoy tan profundamente enamorado.

En esta ocasión llevo la V-Strom 1000XT que me ha prestado Suzuki Moto España para realizar una ruta de 2 días y a la que someteré a condiciones como las que suelo someter a mi vieja 650 mientas viajo por Africa o Asia.

Puedes ver la ruta en vídeo aquí.

Para empezar con buen pie cualquier ruta es necesario un buen habituallamiento, así que me dirijo al Hotel Sa Voga recomendado por Ruralka en Arenys de Mar para conocer a Nuria, una de las dueñas que me abre las puertas del hotel y con la que tengo la oportunidad de hablar un buen rato.

Este hotel está formado por dos casas del antiguo casco antiguo de Arenys y su cálida decoración invita al viajero al relax y a desconectar del estrés diario. Un hotel 100% ruralka, desde el edificio hasta el personal, desde las habitaciones hasta el servicio. Una delicia a un paso de la playa.

Nuria me acompaña a comer al restaurante La Marina donde, según ella, hacen el mejor pescado de la zona. Pongo a prueba a Antonio, el jefe del restaurante y confieso que el resultado es tanto o mejor de lo esperado.

Con el estómago lleno de la calidad del mediterráneo, vuelvo a subirme a la 1000XT y marco en el GPS la direccion de nuestra siguente parada. Para ello hemos de cruzar media Cataluña de sur a norte.

La autovía nos llevará por capitales de comarca como Granollers, Vic, Ripoll, etc… pero también por pueblecitos más pequeños que pasarán, uno a uno, en el orden marcado por el plano.

Mientras, observo como el paisaje marítimo va dando paso a las montañas, cada vez más altas, de los Pirineos y como los bosques de pinos se va convirtiendo en hayedos y más tarde en arboledas de abetos.

Esos 150 kms de autovía, me sirven para tomar contacto con la 1000XT y nos vamos acostumbrando el uno a la otra. Sus reaciones nobles y firmes, su frenada contundente y su comodidad durante la marcha, hacen de esta máquina una compañera infatiglable para las largas tiradas. Durante el regreso la probaré en caminos más tortuosos para ver como reacciona.

Llego a Camprodón, done me alojaré una noche en el Hotel Puig Francó , un hotel dirigido por una pareja de apasionados a las motos de Trial, que durante años ha estado organizando un campeonato en su propia finca.

El hotel está inundado con decenas de fotos, trofeos e incluso alguna moto expuesta. Las habitaciones, todas con nombre de grandes pilotos, están impecablemente decoradas. El hotel en general está orientado al descanso de sus huéspedes gracias a la excelente combinación entre su decoración y el paisaje que lo rodea. Una combinación que te arrancará del estrés diario y te llevará a un mundo donde las prisas no parecen existir.

A Daniela, no sólo la mueve la pasión por las motos, la cocina también es una parte importante en su día a día y no en vano es la Chef del restaurante del hotel (El Mític), así que para la cena decido ponerme en sus manos y me aconseja una ensalada de queso y un steak tartar. El cuidado de  hasta el último detalle del hotel también se hace presente en la presentación impecable de los platos, en la atención del personal y en el ambiente del mismo restaurante. Una cena de 10 que llevaré en mi paladar y en mi mente, durante el viaje de regreso.

La tranquilidad del paraje se hace más intensa durante la noche, cuando todo el silencio de las montañas se mezcla con la oscuridad. En ese momento exacto sientes la necesidad de pararte a observar la luna, las estrellas y el perfil oscuro que trazan las montañas del pirineo catalán. Una estampa que, los que vivimos en ciudades, no estamos acostumbrados a ver.

Despertar en absoluto silencio, justo cuando el cuerpo ya ha descansado, es una sensación que pocas veces experimentamos y que en el hotel Puig Francó es marca de la casa.

Desayuno sin prisas y sobre las 12.00 nos ponemos en marcha para descubrir las carreteras estrechas, retorcidas y sin tráfico que nos llevarán por pueblecitos como Rocabruna, Beget, Castellfollit de la Roca y Rupit entre otros.

Hoy toca poner a prueba la capacidad de aventura de los 100cv que guarda en su interior esta V-strom, así que con una mezcla de pena y alegría, me despido del personal del hotel y salgo dirección a Beget por una carretera que, aunque estrecha y revirada ofrece un buen asfalto que permite enlazar las curvas una tras otra sin problemas.

Atravesamos este pueblo medieval y continuamos hacia Castellfollit de la Roca por la misma carretera que nos va ofreciendo paisajes distintos tras cada curva. Árboles, acantilados, prados y ríos van pasando a formar parte de mi retrovisor mientras la moto y yo vamos avanzando por esos paisajes extraídos de las mejores fotografías de viajes.

Así llegamos a Castellfollit de la Roca, un pueblo volcado hacia un precipicio de más de 50 metros sobre el rio Fluvià.

La ruta nos lleva a seguir rumbo a Olot, capital de la Garrotxa, para enseguida volver a adentrarnos en las carreteritas rizadas que nos dirigirán, por diferentes pueblecitos, hasta Rupit.

Desde este pueblo descubrimos un camino rural de unos 40 km hasta la presa del pantano de Sau. Es el momento de sacar a la V-strom de la comodidad del buen asalto para someterla a aquello para lo que se supone que está diseñada cualquier moto Trail.

El camino estrecho, el asfalto irregular, piedras, arena, ramas, hojas, etc… La moto se va moviendo perfectamente sobre cualquier elemento. La precisión del gas, la suavidad de su embrague, la fiabilidad de su suspensión y la correctísima transmisión de potencia a la rueda, hacen que el trayecto se convierta en un paseo para los sentidos.

La V-strom 1000XT es una máquina diseñada para todo capaz de sorprender a cualquier viajero por las sensaciones que transmite al que, como yo, tiene el placer de poder viajar en ella.

Ya sea por autovías, carreteras o caminos esta es una moto que te pone fácil lo de conducir por cualquier tipo de terreno.

Justo lo que se espera de una moto Trail pensada para el moto-turismo.

Agustí Carmona

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