Una ruta en medio de la naturaleza, ¡recorre con nosotros paisajes espectaculares!

En el norte de la provincia de Burgos, más de 360 núcleos de población, extendidos en una superficie similar a la vecina Vizcaya, componen la amplia comarca de Las Merindades. En ella, el Ebro teje sus tierras y la Cordillera Cantábrica se asoma hacia la meseta esculpiendo un paisaje hermanado a la región cantábrica en los que se suceden valles, bosques, ríos, montañas, desfiladeros, cuevas y cascadas que configuran una mezcla de ecosistemas en un entorno natural que ofrecen al viajero, en especial al que gusta el turismo rural en toda su dimensión. El plan perfecto para rutera con nuestra Suzuki V-Strom. Esta ruta pasa por los puntos más emblemáticos de la comarca, como son Puentedey, Ojo Guareña y Espinosa de los Monteros, adentrándonos en el valle del rio Nela y la Cordillera Cantábrica.

El recorrido por las carreteras de las Merindades podrás descubrir el reflejo de la imponente huella de la historia. Desde el hombre primitivo, en Ojo Guareña, un complejo cárstico declarado monumento natural, hasta nuestros días distintos pueblos nos han legado su herencia. En la Edad Media Las Merindades jugaron un crucial papel en la Repoblación como núcleo del origen de Castilla. El arte románico adquiere nombre propio en las Merindades con magníficos templos repartidos por su variopinta geografía. Por otro lado, las merindades fueron escenario de viejas batallas y aún perduran abundantes torres defensivas y casas fuertes fruto de las luchas entre los linajes de los Salazar y de los Velasco. Las construcciones conservan su arquitectura típica de casa montañesa, conviviendo con casonas nobiliarias. Las Merindades han conservado su acervo tradicional, destacando una forma de vida tradicional como la de los moradores pasiegos.

Comenzamos a rodar con la Suzuki por Villarcayo, capital de la comarca desde 1.560 por orden de Felipe II. La pequeña población crece considerablemente en verano por el atractivo de su entorno, caso del paraje del Soto, a orillas del Nela, con parajes verdes, piscinas e instalaciones de ocio y deporte al igual que por su oferta cultural. Los pasajes históricos han dejado su impronta en las casonas solariegas barrocas con escudos blasonados de la calle Santa Marina, como la de los Díez de Isla y la de los Danvila del siglo XVII. El monasterio cisterciense  de Santa María La Real acoge un museo con valiosas muestras de sepulcros góticos. Tomando ahora la BU-561 que va paralela al río, llegamos al pueblo de Cigüenza, en cuyos alrededores se encuentra la necrópolis altomedieval de San Andrés. Cruzando un puente se toma la carretera provincial que nos llevará a Salazar, cuyo atractivo son sus caseríos de labranza y caserones nobles medievales como el de las torres de los Salazar, una fortificación donde destacan sus dos torres del siglo XVI separadas por un palacio el que se divisa desde un bello crucero en piedra.

Buscamos ahora con nuestra V-Strom Nela, al lado del río homónimo, por su encanto como pequeño pueblo con caseríos blasonados en estado de abandono y su solitaria ermita de Sobrepeña. Sin abandonar la BU-561 nuestro objetivo es abordar Puentedey, cuya estampa inconfundible es su puente excavado en piedra natural por el río de más de 15 metros de altura, rodeada de verdes praderas e impresionantes valles sobre los que destaca la Iglesia de San Pelayo y la casa-palacio de los Porras. Un desvío a la derecha nos dirige hasta Quintanilla-Valdebodres en donde paramos nuestra Suzuki para acceder a la Cascada de La Mea y a los canales de Dulla, cuyas aguas manan del cavernoso Pozo del Infierno. A poca distancia, en Leva podemos contemplar la esbelta torre de la iglesia de San Julián. Es un pueblecito típico de cuento, donde habita el gato montés, el lirón, el jabalí y el búho real rodeado por un soberbio circo rocoso en el que se ubica la sima de Covanegra.

Afrontamos ahora con la V-Strom un tramo algo más largo por la BU-561 con el cruce de la C-6318 a la altura de Santelices y desde allí nos dirigimos a Busnela, perteneciente a la merindad de Valdeporres, un pueblo ya deshabitado donde nace justamente el río Nela y se halla un singular dolmen con 5.000 años de antigüedad. Podemos explorar desde Santaelices una vía que nos conduce al túnel ferroviario de la Engaña, con el que se pretendía unir Burgos con el valle del Pas en los años 50. En la zona también pueden visitarse las bellísimas fuentes del río Engaña. Desde la cercana Villabascones de Sotoscueva llegamos hasta Cueva, en cuyas inmediaciones de sitúa el complejo cárstico de Ojo Guareña. Sus 100 kilómetros de desarrollo lo convierten en el más extenso de España y entre los 10 mayores del mundo. La acción de los ríos Guareña y Trema sobre sus materiales calizos dan lugar a una interminable sucesión de lagos subterráneos, ríos, simas, cuevas y galerías entre los que se han encontrado huellas del hombre de Cromagnon. En una de sus bocas hay un fascinante monumento natural protegido como lo es la ermita de los santos Tirso y Bernabé. Con murales que datan de los siglos XVII y XVIII pintados por los devotos pasiegos.

Recuperando la BU-526, esta carretera nos da acceso a poblaciones imprescindibles de visitar como Quisicedo, donde destaca la esbelta torre del Obispo, del siglo XIV, declarada bien de interés cultural, y Quintanilla del Rebollar, cuya iglesia alberga un llamativo altar renacentista. Desde aquí tomamos con la V-Strom la BU-562 rumbo a Cornejo que está dividido por el cauce del río Tiena, asentado en dos laderas y en donde merece la pena observar sus casas armeras y su iglesia del siglo XVIII por sus restos románico-góticos y renacentistas. Volvemos a sujetar el manillar y un desvío cercano nos lleva hasta Butrera, pueblo de calles angostas con nuevos vestigios románicos en la Iglesia de la Virgen de Septiembre declarada bien de interés cultural. Un desvío por la BU-V- 5621 en dirección a Pereda, y después por la BU-V-5622, nos dirige a Gayangos donde su conjunto típico es interesante aunque destacan sus lagunas de origen tectónico y que representan la mejor zona húmeda de la provincia.

La última etapa de esta extensa ruta V-Strom burgalesa llega hasta Espinosa de los Monteros, tomando la CL-629 y después la BU-542. Este municipio se articula en torno a tres pequeños y estrechos valles modelados por los ríos Lunada, Rioseco y La Sía. Por estos tres valles, paralelas a los ríos, ascienden las carreteras  hacia los puertos de montaña: Puerto de Lunada, de La Sía y de Estacas de Trueba. Pero previo a disfrutar de las enrevesadas carreteras de montaña, damos cuenta de su monumentalidad concentrada en la torre de los Camtimplor, el palacio de los marqueses de Chiloeches, y los castillos de los Condestables o de los Cuevas de Velasco del siglo XIII.

Llega a tu hotel Ruralka en Cantabria, a escasos 20 km del último pueblo encontrarás El Jardín de las Magnolias, en Quintanar de Soba.

En plena naturaleza del Valle de Soba, donde el auténtico placer se fusiona con la gastronomía de proximidad y las vivencias enriquecedoras. Este es un destino holístico que abarca el bienestar, la cultura, la tradición y la desconexión que estabas buscando. ¡Descansa y hasta la siguiente ruta!