Esta ruta circular tiene como punto de partida y llegada el Hotel Doña Teresa, en La Alberca (Salamanca), un excelente alojamiento para motoristas por su ubicación, servicios y encanto rural. Desde allí, comienza una jornada pensada para disfrutar de algunos de los mejores tramos de montaña del oeste peninsular, combinando carreteras sinuosas, naturaleza exuberante y paradas con mucho sabor local.

Se asciende al Santuario de la Peña de Francia, uno de los miradores más emblemáticos de Salamanca. En rutas largas y de montaña, es habitual tener que adaptarse al clima, por lo que se entra de lleno en la comarca de Las Hurdes.

El trazado se desarrolla por una red de carreteras secundarias con buen firme, poco tráfico y entornos espectaculares. Uno de los puntos más destacados es el Meandro del Melero, una curva natural del río Alagón que forma un paisaje icónico, especialmente vistoso tras lluvias recientes. Durante la mañana, se recomienda hacer una parada técnica en alguna terraza local para disfrutar de productos típicos.

La ruta sigue atravesando pueblos como Riomalo de Arriba, Ladrillar o Las Mestas, con vistas constantes a valles, bancales y montañas. En Las Mestas, es interesante detenerse en una tienda de productos regionales: embutidos, licores, dulces y chocolate artesano son parte de la oferta.

Después, el itinerario se adentra en el Valle del Gasco, donde el trazado se vuelve especialmente atractivo para la conducción: curvas cerradas, desniveles marcados y vistas a pueblos encajonados entre montañas.

La comida se realiza en La Huetre, pedanía de Casares de las Hurdes, en un restaurante sencillo con vistas panorámicas. Es una buena oportunidad para descansar, rehidratarse y compartir impresiones del recorrido.

Por la tarde, la ruta culmina con el ascenso al Puerto de El Portillo, dentro del Parque Natural de Las Batuecas. Este tramo destaca por su belleza escénica y curvas fluidas, ideales para disfrutar a ritmo relajado o algo más dinámico.

Ideal para hacer en primavera u otoño, esta ruta combina lo mejor del turismo rural con la conducción de montaña. Una experiencia redonda para cualquier motero que busque algo más que kilómetros.