Dos tierras divididas por la frontera natural del Guadiana, de enclaves estratégicos para fenicios, romanos y los Reyes Católicos tras la Reconquista. Origen una de las vías de comunicación más antigua que existen, la Vía de la Plata. Sin duda este viaje que te proponemos entre Badajoz y Huelva tiene un sabor de conquista, de viejas civilizaciones. Reviviendo lugares testigos del tránsito de célebres pasajes de la historia y las tradiciones. Esta ruta entre Badajoz y Huelva es especial, y será una experiencia inolvidable recorrerla con nuestra compañera Suzuki V-Strom.

Mérida es nuestro punto de partida por ser una de las ciudades más importantes de la provincia romana de Hispania. Esto no ha cambiado. Ahora en verano sigue siendo como siempre lugar de celebración de su famosísimo Festival de Teatro Clásico, inaugurado en 1933. Contemplando su anfiteatro contiguo al teatro nos será fácil imaginar las voces de los actores y los aplausos de unos 6.000 espectadores para los que fue construido su teatro romano erigido en el siglo 15 a C. Desde la loma que corona el teatro se puede descender hasta el Museo Nacional de Arte Romano, diseñado por Rafael Moneo. Al otro lado del río veremos más vestigios romanos como el arco de Trajano, la casa de Mitreo o el templo de Diana, y si nos acercamos a alguno de los puentes o acueductos obtendremos las mejores vistas de la antigua Emérita Augusta.

Volvemos a nuestros mandos de la V-Strom. En nuestra rápida incursión por la A-66 alcanzamos Almendralejo en apenas 20 minutos –la capital de la fértil comarca agrícola de la Tierra de Barros– y algo más adelante Zafra, población que conserva todavía muchos vestigios romanos y siglos después su población participó activamente en la conquista de américa. Las fachadas encaladas son su seña de identidad, decoradas con macetas de coloridos jazmines, geranios y madreselvas y, por el lado gastronómico, las extensas dehesas de encinas y alcornoques por donde circulamos son alimento del tentador género ibérico. Cambiamos de ritmo por la EX 101- EX 112, y visitamos Jerez de los Caballeros, que en el siglo XVI se engrandeció siendo nombrada por Carlos I con el título de “muy noble y muy leal ciudad”. La ciudad de las cinco torres pasó de manos de los caballeros templarios a los caballeros de la orden de Santiago siendo este nombre su talismán, por qué no también para sus sucesores caballeros “V-Stromers” motorizados.

Buscamos la N-435 que nos llevara ahora hasta Fregenal de la Sierra y Jabugo. Nos estamos adentrando por el norte de Huelva por la sierra de Aracena. La sierra patria del jamón de Huelva. La alimentación montanera del cerdo ha dado lugar a la excelente conservación del bosque mediterráneo y la dehesa que cubre el norte de Huelva que configura el Parque Natural. Desde lo alto del castillo templario de Aracena, a un paso de la iglesia de Nuestra Señora del Mayor Dolor, se advierte una de las más bellas vistas de la sierra onubense.

Los tartessos y fenicios ya buscaba cobre en las Minas de Riotinto, pero de nuevo los Romanos fueron quienes explotaron sus yacimientos. También se la considera la cuna del fútbol en España, al ser origen de los primeros equipos por aficionados ingleses, dueños de las minas a finales del siglo XIX. Valverde del Camino, situada entre las faldas de las sierras de Rite y León, ha sido desde siempre un paso obligado para el viajeros, y nosotros no vamos a ser menos pilotando nuestra Suzuki V-Strom.

Nuestra sureña “Ruta Suzuki” tiene su siguiente etapa en Huelva, cuyo pasado está ligado al primer viaje que emprendió desde aquí Cristóbal Colón hacia el Nuevo Mundo. Pero habiendo llegado a Huelva no podemos perdernos un entorno natural tan singular como el Parque Nacional de Doñana. Un sorprendente escenario de dunas móviles y corrales donde la vegetación se mezcla con el arenal y en el que las marismas son paraíso de miles de aves migratorias.

Enlazamos ahora la ruta con la A-49 para atravesar La Palma del Condado, y por la A-493 hacia Bollullos Par del Condado y Almonte y por fin llegar al final de nuestro viaje en El Rocío. La aldea, famosa por sus calles de arena de la marisma, se ve inundada en Pentecostés por miles de rocieros que sacan a la Virgen, la Blanca Paloma, en romería hacia el Santuario.

El momento más emocionante es el “Salto de la verja”, cuando los rocieros sacan a la Virgen de su altar para pasearla por las calles.

¡No te pierdas esta ruta y haz un viaje al pasado de la mano de tu V-Strom!